
Un relevamiento de Argentinos por la Educación muestra que la mayoría de las jurisdicciones redujo su gasto en educación entre 2014 y 2024. La inflación, la caída salarial y la falta de fondos nacionales son las causantes del deterioro.
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En la última década, la educación perdió terreno en casi todo el país. En 19 de las 24 provincias, la inversión educativa en 2024 fue más baja que en 2014, y en 22 jurisdicciones se redujo el presupuesto respecto del año anterior. A la par, los salarios docentes cayeron en términos reales en 21 distritos.
El diagnóstico surge del informe “Financiamiento provincial: análisis del presente en perspectiva de la última década”, elaborado por Argentinos por la Educación junto con Osvaldo Giordano, María Sol Alzú y Martín Nistal, que advierte sobre una pérdida sostenida de prioridad del sector frente a otras áreas del gasto público.
El estudio analiza la evolución del gasto en la función “Educación y Cultura” entre 2014 y 2024 a partir de datos oficiales y de la dinámica de los salarios docentes hasta junio de 2025. Según el documento, las provincias financian en promedio el 75% del presupuesto educativo, mientras que el 25% restante proviene de la Nación, destinado principalmente al sistema universitario. Cerca del 90% de los recursos provinciales se destina a pagar sueldos docentes.

Entre 2014 y 2024, la proporción del presupuesto provincial asignada a educación se redujo en 16 provincias. En el último año, 11 jurisdicciones destinaron una porción aún menor de sus recursos al área. En paralelo, los salarios docentes perdieron poder adquisitivo en 21 provincias respecto a una década atrás. Solo Chaco, Santiago del Estero y Río Negro registran en 2025 remuneraciones reales más altas que en 2014.
Aunque los datos de 2025 anticipan una recuperación parcial -13 provincias muestran aumentos reales frente a 2024-, los niveles siguen por debajo de los de 2023. La eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) agravó el deterioro. Solo tres provincias –Chaco, Neuquén y Santiago del Estero- lograron aumentar su gasto educativo real pese a la caída salarial, reasignando recursos propios. En once jurisdicciones, la inversión educativa se redujo más que los sueldos, lo que revela un ajuste adicional en infraestructura, materiales y otros rubros.

“Reducción del PBI per cápita, muy alta inflación, nula generación de empleos de calidad, caída de los salarios, aumento de la pobreza son los síntomas de que venimos de una década perdida. También para la educación es una década perdida”, afirmó Osvaldo Giordano, presidente del IERAL de la Fundación Mediterránea y coautor del informe.
Giordano subrayó que preservar la inversión y mejorar la gestión educativa es una de las reformas estructurales “más urgentes”. En la misma línea, Javier Curcio, investigador del IIEP-UBA-Conicet, sostuvo que el deterioro del financiamiento provincial impacta directamente en la calidad de la enseñanza. “Las diferencias regionales muestran la necesidad de un rol nacional estabilizador que compense las inequidades territoriales, sobre todo tras la eliminación del FONID”, señaló.
El economista Alejandro Morduchowicz destacó que “ante la crisis, las respuestas provinciales hacia la educación no fueron homogéneas”. En algunas provincias, explicó, el ajuste fue mayor en educación que en el resto del gasto público, “lo que refleja una menor valoración del sector y la dificultad para planificar estrategias de largo plazo”. Para el profesor Darío Rossignolo (FCE-UBA), la caída del gasto y de los salarios “evidencia una pérdida de prioridad relativa de la inversión en educación durante la última década”.

En la Región Pampeana, todas las provincias presentan en 2024 un gasto educativo menor que en 2014 y sueldos docentes más bajos. En Cuyo, la situación es similar, salvo en San Luis, que mantiene la mayor proporción de gasto destinada al área -alrededor del 30%- y una tendencia estable.
En el NEA, solo Chaco escapa a la tendencia general: mostró un crecimiento sostenido desde 2020 y es la única provincia con salarios superiores a los de 2014. Corrientes, Formosa y Misiones, en cambio, exhiben fuertes caídas tanto en inversión como en ingresos docentes. En el NOA, Santiago del Estero destaca por ser la única con salarios más altos que hace una década y una de las mayores participaciones presupuestarias del país.
En la Patagonia, Neuquén es la única provincia que registra un gasto educativo superior al de 2014 y aumentos entre 2023 y 2024. Río Negro, junto con Chaco y Santiago del Estero, integra el grupo de tres provincias con salarios reales más altos que hace diez años y es también la que destinó la mayor proporción del gasto total a educación en la última década.

El informe advierte sobre la falta de información pública comparable entre provincias. Para 2025, no existen datos consolidados de presupuestos provinciales desagregados por función, lo que impide un seguimiento preciso del financiamiento educativo.
Los autores concluyen que el estancamiento del gasto y el retroceso salarial docente reflejan una década de deterioro estructural en la educación argentina. Revertir esa tendencia, afirman, requiere fortalecer la cooperación entre Nación y provincias, establecer un marco de financiamiento previsible y mejorar la eficiencia del uso de los recursos públicos.
LN
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