
Tras 45 años de servicio, la icónica cafetería Las Palmas de Miami, célebre por sus sándwiches y cafecitos cubanos, cerró permanentemente sus puertas. El pequeño negocio latino fue un punto de encuentro esencial que formaba parte de la rutina de sus clientes habituales y vecinos de la zona.
La cafetería Las Palmas, está ubicada en el 209 SE First St. de Miami. Este pequeño local cerró sus puertas el viernes 14 de noviembre, luego de 45 años, y se llevó consigo una cultura culinaria familiar, sencilla y económica, que resultó un punto de encuentro para la comunidad, informó Miami Herald.
El lugar se inauguró en 1980, y rápidamente se consolidó y cultivó una clientela fiel gracias a su auténtica cocina cubana y latina.
El establecimiento, con capacidad para 33 comensales, era una parada obligatoria matutina para disfrutar de piñas coladas y tostadas, y un destino popular para el almuerzo, con clásicos como vaca frita, pan con bistec y carne con papas.
El lugar pasó por diferentes dueños, pero en 2016 la familia Magalhães (Mario Ferrari Magalhães y su madre, Carla) se quedaron con el sitio. La compra se llevó a cabo en busca de estabilidad familiar tras el diagnóstico de cáncer del padre de Mario consignó Miami New Times.
Antes de la cafetería, la familia dirigió por más de 30 años una agencia de viajes en el mismo sector. Mario fue cliente de Las Palmas con su padre y por eso decidieron mantener el menú prácticamente intacto, aunque también incorporaron su herencia brasileña con pequeños toques, como los platos especiales que Carla preparaba los viernes junto a la comida cubana.
“De niño, recuerdo que hacíamos rondas los fines de semana o después de la escuela, y mi papá me llevaba al banco y parábamos en Las Palmas. Cuando finalmente compramos el restaurante, era un negocio redondo, funcionaba de maravilla y daba muy buen dinero. Mi papá pensaba que mi mamá y yo podíamos trabajar aquí y que estaríamos bien después de su muerte” dijo Mario en Miami Herald.

El emblemático local, era un pilar de la cultura latina en el centro de Miami. Muchos de sus clientes se mostraron nostálgicos al conocer la noticia de su cierre.
“Siempre venimos aquí todos los días. Tomamos café en la mañana, en la tarde, a veces tres o cuatro veces al día”, contó Andrea Hernández, una de las clientas habituales. “Las Palmas para nosotros es como una familia. Carla es como una tía, y de verdad nos entristece mucho que cierren, porque era un pedacito de casa que ya no tenemos”, citó Telemundo.
“Venimos aquí el tiempo suficiente para saber lo mucho que fastidia que se vaya”, dijo William Cormier, vecino de la zona.
“Es un lugar muy acogedor y de gestión familiar. Ya no quedan muchos sitios así por aquí” expresó Mari Acero, cliente frecuente del lugar.

El año 2025 se presentó insostenible para el pequeño negocio familiar. Los aumentos masivos en los costos de ingredientes básicos se combinaron con cambios en las políticas comerciales y arancelarias que perjudicaron su operación, reflejó Miami Herald.
La situación empeoró con el duro verano, que provocó una caída significativa en la clientela y, consecuentemente, en el pago del alquiler. Si bien los dueños intentaron mitigar la crisis, la única opción que le quedó a la familia fue cerrar su única vía de escape.
“Con los precios altísimos, de verdad se hace difícil. Los huevos llegaron a su punto más alto hace tres meses: la caja de 15 docenas subió a US$132”, explicó Mario en Telemundo.





