
California se prepara para una elección clave en noviembre de 2026, cuando los votantes elegirán al próximo gobernador del Estado Dorado. La contienda reunirá a figuras demócratas y republicanas que presentan visiones opuestas sobre temas centrales como la economía, la seguridad y, especialmente, la inmigración.
Xavier Becerra (Partido Demócrata), ex secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos y exfiscal general de California, anunció su candidatura a la gobernación con la promesa de reconstruir el sueño californiano y aliviar el costo de vida que afecta a las familias trabajadoras.
Hijo de inmigrantes mexicanos, Becerra creció en un hogar obrero en el que, según contó en su sitio oficial, aprendió el valor del esfuerzo y la perseverancia.
“Mis padres llegaron con 12 dólares en el bolsillo y construyeron una vida de la que se sintieron orgullosos. Ese es el sueño californiano, y voy a luchar para que siga siendo posible”, expresó en el lanzamiento de su campaña.
A lo largo de su carrera, Becerra defendió a las comunidades inmigrantes, especialmente durante la primera administración de Donald Trump, cuando, como fiscal general, llevó al gobierno federal a los tribunales en 122 ocasiones, muchas de ellas por medidas que afectaban a los inmigrantes y los derechos civiles.
Entre sus prioridades se encuentran:
Desde el otro extremo del espectro político, el sheriff Chad Bianco plantea una postura centrada en la aplicación estricta de las leyes migratorias.
En su portal de campaña, Bianco destaca que su prioridad es “asegurar la frontera” mediante la detención de cruces ilegales, el fin de las políticas santuario y la eliminación de redes criminales de tráfico y drogas.
Aunque reconoce que los inmigrantes contribuyeron al desarrollo del país norteamericano, Bianco sostiene que la falta de control fronterizo generó una crisis humanitaria “insostenible y carente de compasión”. Defiende que California debe cooperar bipartidistamente con el gobierno federal para resolver el problema de forma definitiva. “El tiempo de la inacción ha terminado”, declaró.

El exconductor de Fox News y empresario Steve Hilton también ingresó a la carrera por la gobernación. Nacido en Inglaterra, de padres húngaros, se naturalizó ciudadano estadounidense en 2021.
En una entrevista con KTLA 5, Hilton aseguró ser “proinmigración”, pero enfatizó que esta debe ser “legal y ordenada”.
Hilton considera que el sistema migratorio estadounidense está “completamente roto” desde hace medio siglo y critica la falta de voluntad política para reformarlo. “Todos miran hacia otro lado”, señaló.
A su juicio, los inmigrantes legales son los más indignados ante la inmigración ilegal, porque “hicieron las cosas correctamente, trabajaron duro y esperaron en la fila”.

La excongresista demócrata Katie Porter, según Ballotpedia, propone una transformación profunda del sistema migratorio estadounidense, al que califica como un “desastre roto y deshumanizador”.
Porter afirma que tanto demócratas como republicanos fallaron en alcanzar una reforma real, y exige políticas que reconozcan el valor de todos los inmigrantes.
La aspirante demócrata reclama una vía justa hacia la ciudadanía para millones de personas y resalta la situación de los beneficiarios de DACA y TPS, quienes viven con incertidumbre y sin una oportunidad clara de regularización.
Además, Porter subraya la importancia de los inmigrantes en la economía californiana, al señalar que el estado depende de ellos en sectores como la agricultura, la salud y la ciencia.

El exalcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, centra su campaña en la defensa de los inmigrantes y los Dreamers, según Ballotpedia.
En la visión de Villaraigosa, los inmigrantes representan el corazón de la economía californiana: constituyen el 40% de la fuerza laboral a tiempo completo en el estado y fundan pequeñas empresas al doble de la tasa que los ciudadanos nativos.
Villaraigosa advirtió que terminar con el programa DACA en la próxima década podría provocar el aumento del precio de los alimentos, ya que el sector agrícola depende de los trabajadores migrantes.
El aspirante recordó que los inmigrantes indocumentados aportan cerca de US$11.640 millones en impuestos estatales y locales cada año, lo que ayuda a sostener programas como el Seguro Social.







