
Hay muchas formas de ser artista y la que ha encontrado Álvaro Perdices, un especialista en capturar el esplendor y la ruina de momentos históricos, es muy particular. Este creador nacido en Madrid en 1971 ha instalado cámaras en la iglesia de San Antón de la capital para divulgar en streaming la realidad de migrantes y gente necesitada que acude a este espacio abierto 24 horas al día a rezar o tomar algo caliente junto a una imponente obra de Goya que hoy pervive aquí en forma de copia. El resultado, Cordero social, forma parte de la exposición sobre el genio aragonés que se celebra en Bruselas. La realidad más invisible de Madrid se puede contemplar, así, en el corazón de Europa.






