
Pese a la caída en la actividad, los empresarios buscan un consenso con el Gobierno por las reformas impositiva y laboral. El jueves exponen el dueño de Techint y los ministros Caputo y Santilli.
Los industriales empiezan a hacerle un guiño al Gobierno tras la victoria electoral. La Unión Industrial Argentina (UIA) inaugura el jueves de esta semana su 31ª conferencia anual con la presencia del ministro de Economía Luis Caputo y del presidente de Techint, Paolo Rocca, en el centro de la escena.
El anfitrión de la conferencia será Martín Cabrales, empresario del sector cafetero, quien confirmó que uno de los ejes del encuentro será la reducción de la carga impositiva, uno de los ejes que el oficialismo busca en sus reformas impositiva y laboral que quiere acelerar en diciembre en el Congreso. “Argentina necesita formalidad, porque hay mucha informalidad que afecta a la competencia. La carga tributaria que se paga es terrible”, señaló el empresario este fin de semana en declaraciones radiales.
En los pasillos de la UIA, sin embargo, la expectativa está puesta en lo que diga Rocca. El CEO de Techint fue uno de los primeros grandes empresarios en respaldar públicamente el rumbo económico del Gobierno. “El país necesita un Estado más eficiente y un rumbo previsible”, había señalado en junio. Su discurso será interpretado como un termómetro del nivel de apoyo real del establishment industrial a Milei.
Pero habrá también fuerte presencia del Gobierno. El ministro Caputo expondrá en el evento un mensaje que buscará reforzar el compromiso oficial con la estabilidad macro y las reformas estructurales. Según trascendió, presentará los lineamientos del Presupuesto 2026 y una agenda de competitividad orientada a las exportaciones. Y luego estará Diego Santilli, ya con el traje de ministro del Interior tras su jura de este martes.
El titular de la UIA, Martín Rappallini, ya dio señales de colaboración y pragmatismo hacia Javier Milei, pese al rojo en el sector. En septiembre la actividad industrial redondeó un tercer trimestre a la baja: en promedio retrocedió 2,3% respecto al nivel de producción del segundo trimestre. Según los últimos datos del INDEC en el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM), en la medición interanual la actividad fabril registra una caída de 0,7%, mientras en el acumulado del año suma un crecimiento de 3,8%.
Según los datos difundidos por el Indec, en septiembre más de la mitad de las ramas industriales mostraron retrocesos en comparación con el mismo mes del año pasado. De las 16 categorías manufactureras, siete registraron bajas interanuales. Entre las más afectadas se encuentran la fabricación de prendas de vestir, cuero y calzado, con una merma del 14%; la de productos metálicos, que cayó 11,8%; y la de caucho y plásticos, con una baja del 11,1%. También retrocedieron los textiles (–20,5%), los productos minerales no metálicos (–6%) y la producción de vehículos y autopartes, que se redujo en 2,5%, entre otros sectores.
“No va a haber un cambio de rumbo, pero sí tiene que haber cambios en la política económica”, dijo días atrás Rapallini en diálogo con elDiarioAR, donde marcó una línea de continuidad entre el diagnóstico del empresariado y la hoja de ruta que impulsa el llibertario. Las prioridades en la organización en los últimos meses pasaron a ser la simplificación tributaria, la llamada “modernización” laboral y la recuperación de la competitividad.
Rappallini —ligado al grupo Techint y respaldado por Rocca— representa una UIA más alineada con la gran industria y con menos confrontación hacia el Ejecutivo. La conducción anterior, encabezada por Daniel Funes de Rioja, mantenía un vínculo más institucional pero distante.
En este marco, la 31ª Conferencia Industrial se perfila como una foto política: el intento del empresariado fabril por reposicionarse como interlocutor del poder libertario. Un acercamiento con condiciones: apoyo a las reformas, sí, pero también un reclamo por políticas que reanimen la producción y el consumo. La gran incógnita será si el diálogo entre Caputo, Rocca y Rappallini logra consolidar una alianza de largo plazo o si se trata apenas de una tregua pragmática en un país donde la industria todavía busca su lugar en el modelo mileísta.
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