
El empresario Eduardo Costantini cierra un año intenso con más de 200 millones de inversión en el mercado inmobiliario y, como si fuera poco, aprovechó el festejo por los 25 años de Nordelta para adelantar lo que hará en la “ciudad-pueblo” que ocupa más de 1600 hectáreas en zona norte y en la que, en estos 25 años, ya se desembolsaron US$8000 millones –entre desarrolladores y propietarios-.
El empresario aclaró que resta invertir cerca de US$1500 millones si se tiene en cuenta la tierra que aún queda por desarrollar. En especial, puso el foco en las 50 hectáreas que formarán el centro del emprendimiento. “Es lo que le faltaba: la parte urbana para crear comunidad”, enfatizó el empresario en el mano a mano que mantuvo con periodistas. Cuando se le preguntó cómo se animó a este emprendimiento en un país como la Argentina aclaró: “Uno no regula la macro pero sí la velocidad del desarrollo” y reconoció “el país está mejor que hace tres meses atrás”.

Se desarrollarán 500.000 metros cuadrados que sumarán desde proyectos residenciales, oficinas, retail, restaurantes, boutiques y galerías de arte hasta casas de diseño. Hoy viven 50.000 personas que se estiman serán 80.000 cuando este megaemprendimiento esté totalmente terminado. De hecho, las nuevas construcciones tendrán desde departamentos más pequeños pensados para estudiantes hasta emprendimientos para la tercera edad.
Durante la entrevista, Costantini insistió en que la clave de la nueva etapa es la oferta educativa. Hoy funcionan cinco colegios a los que asisten más de 6000 alumnos y ahora se sumarán las universidades. La UCA, Austral y Di Tella son algunas de las que estarían interesadas en desembarcar en el nuevo centro.
En línea, el empresario reforzó la importancia estratégica de Areabeta Nordelta, el nuevo distrito educativo y tecnológico que se convertirá en un hub de innovación y tecnología que se inaugurará en marzo del año que viene. Será un ecosistema que articulará a emprendedores, empresas y universidades. “Buscamos que convoque a jóvenes como inyección de energía, química y sinergia para nuevos emprendimientos”, explicó y adelantó que a principio del 2026 también arrancarán las clases en el campus de la Universidad de San Andrés.
De cara a futuro, reconoció que quedan entre 200.000 y 300.000 metros cuadrados más para desarrollar en la zona donde se encuentra la estación de servicio en el ingreso de Bancalari, donde además se avanza con la construcción de una estación de tren.

“Faltarán unos 15 años para que todo se termine de habitar”, adelantó el desarrollador y aclaró que la decisión de hacerlo por etapas también fue estratégica: no queríamos que se canibalizarán los barrios ni los emprendimientos. Además, resaltó un fenómeno de estos tiempos: la demanda que compra casas que ya tienen 20 años para demolerlas y construir una nueva. “Esto se generó por la revalorización que tuvieron los terrenos”, explicó. En números, ya se desarrollaron 30 barrios -28 están entregados- se vendieron más de 6500 lotes y se construyeron más de 4900 casas y 7000 departamentos.
A la hora de analizar el recorrido de los 25 años reconoció que fue una “una creación compleja” y realizó una confesión que sorprendió: “Nos equivocamos con los tiempos. En nuestro plan original preveíamos un crecimiento más rápido”.
Respecto a los desafíos, explicó que “la escala” fue el secreto que le permitió resolver los desafíos que requiere una ciudad, en referencia a la progresión y el tiempo que implica cualquier proyecto urbano de magnitud. También puso énfasis en sostener las reglas desde el principio: “dijimos que no construiríamos torres, ni que pondríamos carteles de publicidad en el corredor troncal y así fue”. También se refirió a los carpinchos: el empresario junto a su mujer, Elina, trabajan en desarrollo de un hospital para mascostas y un centro de recuperación a la fauna para cuidar a este especie y otras de la zona. “Queremos lograr un ecosistema de equilibrio”, aclaró.
Durante el evento se proyectó un video alusivo a la celebración que recorrió los hitos más significativos durante este tiempo y reflejó el crecimiento y desarrollo continuo de la ciudad: desde la idea original, con los primeros planos conceptuales del proyecto, el origen de una idea audaz y la convicción de avanzar hacia el futuro; hasta las primeras obras y movimientos de suelo; el primer barrio construido y la llegada de las primeras familias; hasta consolidación de la vida en comunidad.
Este video relatado en primera persona por Costantini cuenta el paso a paso en la construcción del megaproyecto.
Como cierre de la presentación, se hizo un sentido reconocimiento a Giuliano Astolfoni, quien fuera su socio y cofundador del proyecto, se descubrió una placa homenaje en su memoria y se anunció que la plaza central de Nordelta se llamará “Parque Giuliano Astolfoni”, como un recuerdo vivo sobre su persona por su visión, compromiso y aporte decisivo en la concepción del modelo urbano.






