
A un mes de haber debutado en la conducción de Tarde o temprano (eltrece), María Belén Ludueña anunció que el programa terminará a fin de este mes. Y en la decisión se conjugaron dos cosas fundamentales: su bebé que nacerá en abril próximo y el bajo rating. “Quiero avocarme de lleno a la maternidad y, por otra parte, el horario de las 14.45 es complejo y el canal en eso es riguroso y ahora van a probar con un formato distinto”, le dijo la periodista a LA NACION. Y esta confirmación del cierre de su ciclo da paso a su reemplazo: un programa de cocina que conducirá Jimena Monteverde.
-¿Por qué termina tan abruptamente tu programa?
-En principio me iba a tomar licencia en marzo para poder disfrutar de mi bebé que nace en abril y, al mismo tiempo, el canal ya había pensado en finalizar el ciclo, tal vez, pasado enero. Pero yo preferí, de común acuerdo, que sea a fin de año para poder avocarme de lleno a mi maternidad que tanto me constó conseguir y por lo cual estoy realmente muy feliz. Va a arrancar otro programa y yo me tomaré un descanso de la tele hasta que aparezca un proyecto que crea que puede ser para mí, y después de haber tenido a mi bebé.
-El rating tampoco acompañó…
-El horario de las 14.45 es complejo y el canal en eso es riguroso. Ahora van a probar con un formato distinto.
Ya se sabe que en lugar de Tarde o temprano, a partir de enero se verá un ciclo de cocina con producción de Kuarzo y que conducirá Jimena Monteverde, que se aleja de elnueve después de varios años.
-¿Cómo llevás el embarazo?
-Estoy de 19 semanas, ya transitando el segundo trimestre que, según me dijo el médico, va a ser mejor. Me siento muy bien y la panza está creciendo mucho. El otro día me hice una ecografía y ya pesa más de 300 gramos; dicen que va a ser un bebé grande. Me siento con mucha más energía, mejor que en la primera etapa que tuve muchas náuseas. Y como fue un tratamiento de fertilidad también me inyectaban hormonas.
-¿Y ahora?
-Por suerte esa etapa quedó atrás y ahora es todo disfrute. Lo único que tengo es un cuadro de congestión fuerte y no puedo tomar nada, entonces solo me nebulizo. Me estoy cuidando y bajando un poquito el ritmo sabiendo que trabajo y tengo una vida social bastante activa. Intento resguardarme para cuidar al niño que también me pide que baje un cambio.
-¿Ya empezaste con los primeros preparativos?
-Me han regalado muchas cosas; ya tiene de todo y todavía no nació (risas). Estoy contenta porque es increíble el cariño de la gente… Y me siguen regalando estampitas porque todos sabían que estaba buscando un bebé y no se me daba. Y cuando se dio fue una linda noticia que, evidentemente, alegró a la gente y eso me pone muy feliz. Recién ahora voy a empezar a planificar y armar su cuarto, pero por el momento vengo tranquila, sin ansiedad y sabiendo que todavía me queda la mitad del embarazo en pleno verano.
-¿Cuándo tenés fecha de parto?
-Cumplo 40 el 19 de abril y tengo fecha para el 29 de abril.
-¿Ya tiene nombre?
-En esto estamos… Yo estoy convencida con el nombre, pero el padre está dudando un poco todavía. Es un nombre italiano, corto, que a mí me encanta. A Jorge (Macri) también le gusta, pero todavía no lo puedo decir porque no estoy habilitada [risas]. Y se me despertó el instinto maternal porque descubrí que era un varón cuando me hicieron la transferencia del embrión. Estaba viendo todo en el monitor y llorando porque es un momento de mucha emoción y cuando salí le dije a Jorge: “Es un varón”. Y nadie me había dicho nada. Porque en estos tratamientos vos podés definir, podés elegir el sexo y yo le pedí a la médica que eligiera lo mejor para mí ¿Cómo voy a limitar el sexo? Supe que es un varón, por intuición. En la ecografía de los tres meses me lo confirmaron.






