El video del arresto de Narciso Barranco se viralizó en redes sociales a mediados de junio. La filmación mostraba a un hombre en el suelo, inmovilizado por agentes federales en Santa Ana, California. El migrante, jardinero mexicano con más de tres décadas de residencia en Estados Unidos y padre de tres Marines, contó que ese día “se sintió humillado y pisoteado”. Hoy está en libertad bajo fianza y aguarda una decisión que podría permitirle permanecer legalmente en el país norteamericano.
El 21 de junio, mientras trabajaba como jardinero, Barranco vio acercarse a varios hombres y pensó que era una jornada normal. “Cuando vi tres o cuatro que se acercaban, me dio temor”, relató. Contó que fue derribado, golpeado y rociado con gas. “Lo único que recuerdo son los golpes en la cabeza y el cuerpo. Me bañaron de spray”, dijo en la entrevista a Telemundo.
El episodio terminó con su detención por parte de agentes migratorios. Según declaró a CNN, en ese momento, Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Barranco —a quien describió como “un inmigrante ilegal”— fue arrestado por oficiales de la Patrulla Fronteriza “después de intentar evadir a las fuerzas del orden”.
La funcionaria añadió: “Corrió, luego se giró y agitó una desmalezadora directamente contra el rostro de un agente. Después huyó por una intersección transitada y volvió a levantar la desmalezadora contra el oficial. Se negó a cumplir en todo momento: desobedeció órdenes, forcejeó para evitar las esposas y se negó a identificarse”.
El 15 de julio, Barranco recuperó la libertad tras pagar una fianza de US$3000. Desde entonces, sigue un proceso legal con el acompañamiento de Lisa Ramírez, abogada del bufete US Immigration Law Group.
En una conferencia de prensa en Santa Ana, el 25 de julio, el ciudadano de origen mexicano agradeció el apoyo recibido. “Amo mucho a mis hijos y estoy muy orgulloso de ustedes”, dijo según recogió ABC News. A su esposa le dedicó palabras de reconocimiento: “Gracias por tu fuerza, amor y por nunca dejar de creer en mí”.
Barranco lleva más de treinta años en Estados Unidos. Tiene tres hijos ciudadanos que sirvieron en las Fuerzas Armadas: Alejandro, que fue desplegado en Afganistán; José Luis, que terminó su servicio y estudia enfermería; y un tercero que continúa activo en los Marines.
Su esposa Marta, también ciudadana, contó a Noticias Telemundo que fue “muy duro” ver el video del arresto: “Nunca pensé que mi esposo había pasado por una situación tan difícil, injustamente”.
Según explicó Noticias Telemundo, Barranco tramita un parole in place, un beneficio migratorio que podría permitirle quedarse en Estados Unidos pese a su condición actual. Su abogada señaló que el proceso puede extenderse por más de un año.
De acuerdo con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés), el parole in place —denominado oficialmente Permiso de Permanencia en el País— se concede caso por caso bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, por sus siglas en inglés).
El gobierno puede otorgarlo por razones humanitarias urgentes o de beneficio público significativo, en incrementos de un año, a determinadas personas que se encuentren en el país sin admisión legal y que sean familiares inmediatos de miembros de las Fuerzas Armadas.
Actualmente, Barranco no puede trabajar. Pasa los días en su casa junto a Revoltosa, su cacatúa, que suele posarse sobre su hombro derecho. El izquierdo continúa lastimado a causa de los golpes recibidos durante el arresto.