Caminar o correr suelen considerarse los mejores ejercicios para mantenerse activo en la tercera edad. Sin embargo, una investigación de la Facultad de Medicina de Harvard reveló que la mejor práctica para los adultos mayores de 60 años no son las actividades cardiovasculares tradicionales, sino una disciplina que combina movimiento, respiración y control mental: las artes marciales suaves.
Según investigaciones de Harvard, consultadas por LA Lotus, las artes marciales suaves, como el tai chi y aikido, podrían ser los mejores ejercicios que los adultos mayores de 60 años pueden realizar para tener una mejor calidad de vida.
Estas prácticas, lejos de ser agresivas o de alto impacto, se centran en movimientos lentos, fluidos y controlados, ideales para quienes buscan mantenerse activos sin someter a las articulaciones a un esfuerzo excesivo.
El doctor Peter M. Wayne, investigador de Harvard, explicó que el tai chi en particular ayuda a regular los sistemas internos del cuerpo. Esto se traduce en una mejor coordinación, reflejos más agudos y una recuperación más rápida del estrés físico.
Este tipo de artes marciales suaves pueden traer diversos beneficios a la salud de los adultos mayores de 60 años, según el medio, en especial cuando realizan con regularidad este tipo de prácticas.
Cada disciplina aporta beneficios específicos:
Además de trabajar el cuerpo, estas prácticas refuerzan la salud mental. Una de sus principales ventajas es la estimulación cognitiva: los alumnos deben memorizar secuencias largas de movimientos mientras coordinan la respiración y la postura. Esto contribuye a mejorar la memoria, la concentración y la agilidad mental.
El componente social también es clave. Al practicarse en grupo, las artes marciales suaves fomentan la interacción, la amistad y el sentido de pertenencia, factores esenciales para el bienestar emocional en la tercera edad.
Los expertos destacan que el objetivo de estas disciplinas no es aumentar la fuerza bruta, sino cultivar la calma, la resiliencia y la autoestima. Con el tiempo, los practicantes desarrollan una sensación de control sobre su cuerpo y su mente, lo que les permite afrontar el envejecimiento con mayor serenidad.
En palabras de Harvard, las artes marciales suaves “ayudan a moverse de forma natural y eficiente, sin rutinas complicadas ni exigencias excesivas”. Por ello, cada vez más médicos recomiendan incluir estas prácticas como complemento a la actividad física regular en la tercera edad.
Lejos de ser un deporte violento, estas artes marciales se convierten en un camino hacia la longevidad activa, al mejorar tanto el estado físico como la salud mental y social. Practicarlas de manera constante puede marcar la diferencia entre envejecer con limitaciones o disfrutar de una vida con mayor independencia, paz y bienestar.