
El gobernador de Texas, Greg Abbott, profundizó en su agenda antiinmigrante y declaró al Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR, por sus siglas en inglés) de ese estado como una “organización terrorista extranjera”. La medida escaló la tensión con la comunidad musulmana y encendió un fuerte debate legal y político a nivel nacional.
La designación como “terrorista” por parte del republicano no solo generó rechazo dentro de la comunidad musulmana del Estado de la Estrella Solitaria, sino que también activó una ofensiva judicial: CAIR presentó una demanda en un tribunal federal de Estados Unidos.
“Esta demanda sostiene que el gobernador Abbott violó el debido proceso, violó la Primera Enmienda y además abusó de la ley de Texas para silenciar la disidencia, en violación de la Constitución”, dijo el subdirector nacional de la institución, Edward Ahmed Mitchell.
En este contexto, especialistas citados por Texas Public Radio advirtieron que la iniciativa del mandatario republicano podría exceder los límites de la legislación estatal e incluso vulnerar la Constitución de Estados Unidos.
Kenneth Williams, profesor de derecho constitucional y derechos civiles en Texas Tech University, explicó que la ley utilizada por Abbott exige requisitos precisos para este tipo de declaración que no coincidirían con la realidad de CAIR.
“La norma exige específicamente que exista una organización ubicada al menos parcialmente fuera de Estados Unidos, que participe en actividades criminales y que amenace la seguridad del Estado o de sus residentes”, detalló.

Desde esa perspectiva, el especialista consideró que la designación “parecería ilegal y no autorizada” bajo la legislación vigente.
Asimismo, Williams alertó sobre el riesgo constitucional: “Si se permite que el gobernador avance contra esta organización, existe la posibilidad de que también pueda hacerlo contra otras con las que no esté de acuerdo, y eso debería preocupar a los texanos”.
Abbott acusó a CAIR de intentar “imponer por la fuerza la ley Sharia” y ordenó al Departamento de Seguridad Pública de Texas iniciar investigaciones penales. Por otra parte, extendió la designación al movimiento internacional de los Hermanos Musulmanes.
La propia entidad recordó que fue fundada en 1994 y tiene su sede en Washington D.C., un dato central frente a una norma que exige la existencia de una estructura fuera del país norteamericano para aplicar la etiqueta de “organización terrorista extranjera”.
Sin embargo, la confrontación de Abbott contra musulmanes en Texas no es nueva. El gobernador ya había apuntado contra organizaciones musulmanas este año, cuando intentó frenar la construcción de EPIC City, tal como destacó en su cuenta de X, un proyecto de desarrollo habitacional en Dallas que, según él, buscaba imponer la ley Sharia.

En su momento, CAIR respondió que los musulmanes pueden recurrir a la Sharia para prácticas religiosas personales, pero que esto no reemplaza las normas de Estados Unidos ni las leyes de Texas.
“La política gubernamental basada en la hostilidad del gobernador Abbott hacia los musulmanes está poniendo en peligro la seguridad de los musulmanes de Texas”, dijo Mitchell.
Para concluir, relató un episodio reciente: “Ayer, nuestro personal en Texas tuvo que recibir protección de las fuerzas de seguridad porque un extremista antimusulmán se presentó en una audiencia pública exigiendo saber dónde estaban los representantes de CAIR. Estaba buscándolos”.





