
El Federal Bureau of Investigation (FBI) incautó un Mercedes-Benz CLK GTR Roadster de 2002, un deportivo de los que solo se fabricaron cinco en todo el mundo. La acción del organismo se enmarca en una investigación sobre narcotráfico y lavado de dinero, con foco en un exatleta olímpico canadiense.
Ryan Wedding se desempañaba como snowboarer —representó a Canadá en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002— pero ahora se encuentra entre los 10 más buscados a nivel internacional por el FBI, con una recompensa que ascendió a los US$15 millones para quienes den información sobre su paradero.
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El Mercedes Benz secuestrado en los últimos días estaría vinculado a Wedding, según detalló el FBI. El exdeportista es ahora señalado como presunto capo del narcotráfico, con conexiones con el Cártel de Sinaloa.
Los investigadores atribuyen la propiedad del roadster a Wedding, que tras su carrera deportiva, para las autoridades estadounidenses, se unió a una extensa red que movería hasta mil millones de dólares anuales.
La exclusividad del Mercedes-Benz CLK GTR Roadster es notable; solo cinco unidades frente a las veinte coupés fabricadas. Expertos estiman su valor en US$13.000.000. Sin embargo, un roadster similar se vendió por US$10 millones en una subasta de noviembre de 2023.
Bajo la carrocería de fibra de carbono, el CLK GTR Roadster cuenta con un motor V12 de 6.0 litros montado en el centro del chasis, capaz de generar casi 600 CV y acoplado a una caja secuencial de seis velocidades.
El FBI no comentó dónde encontró el vehículo ni su estado. En los Estados Unidos, los bienes de lujo incautados en investigaciones federales suelen subastarse para el gobierno. Dado el valor estimado del roadster, es probable que la eventual venta sea un “negocio lucrativo para el contribuyente estadounidense”, como sugiere la información.
Este caso subraya como objetos de lujo extraordinarios pueden entrelazarse con las sombras del crimen organizado. La justicia persigue no solo a los individuos acusados, sino también a los bienes que simbolizan sus presuntas actividades ilícitas para obtener más información y dificultar el funcionamiento normal de las redes ilegales.

La investigación sobre Ryan Wedding y sus posibles nexos con el narcotráfico y lavado de dinero continúa, con el Mercedes-Benz CLK GTR Roadster como un testigo silencioso de esta trama de alto perfil que cruza las fronteras del deporte y el crimen organizado.






