
El mercado cree que la inflación cerrará el presente año levemente por debajo del 30%: concretamente la estima entre el 29,9 y 29,6%, con lo que marcaría el menor registro en ocho años (fue del 24,8% en 2017) y mostraría una marcada reducción desde el 117,8% acumulado el año pasado y más aún respecto del 211,4% que alcanzara en 2023, año despedida de la gestión de Alberto Fernández.
Para el director del Centro de Estudios Económicos de OJF & Asociados, la suba de tasas que tuvo que aplicar el Gobierno para reducir la volatilidad preelectoral provocó una caída del nivel de actividad en los últimos meses, lo cual reduce el arrastre estadístico para 2026 y posiblemente demore la recuperación.
“En materia de inflación creemos que la tendencia bajista se retomará, aunque puede costar más. Por un lado, porque bajar la inflación desde estos niveles es más difícil (bajarla un punto equivale a reducirla a la mitad), y por otro, porque el Gobierno debe aflojar la política monetaria y acumular reservas. Todo esto nos hace pensar que el dólar puede ir algo más arriba, mientras podría haber una mayor cantidad de pesos. Sin embargo, no vemos que la inflación suba, dado que la demanda de pesos también puede aumentar y, al no haber emisión para financiar el déficit, la oferta de dinero está limitada por la política monetaria”, concluyó.
Ricardo Delgado, presidente de Analytica Consultora, consideró que, para evitar un 2027 turbulento, 2026 debería ser el año del “reseteo”, para dejar atrás algunas inconsistencias de los dos primeros años de gestión.

“El respaldo del Tesoro de Estados Unidos abre la oportunidad de modificar el formato del régimen cambiario, para equilibrar los objetivos de acumular reservas internacionales y volver a crecer. Este es el gran desafío que tiene el Gobierno en su segunda etapa. Nuestro escenario base para 2026 es que habrá un crecimiento inferior al 2%, una inflación relativamente estable y un tipo de cambio real que no volverá a apreciarse”, apuntó.
En EcoGo Consultores manejan dos visiones para el próximo año. En el primer escenario, en el que el Gobierno mantiene las bandas, el PBI crecería 1,7%, el dólar promedio a fin de año se ubicaría en $1625 y la inflación sería del 19%.
En el escenario 2, con una recalibración del esquema cambiario, el PBI subiría solo 0,5%, el dólar promedio quedaría en $1964 y la inflación, en 26%.

“Todo depende de qué esquema van a privilegiar en relación con la elección del tipo de cambio y la tasa de interés real. El primero implica sostener las bandas y un tipo de cambio que se aprecia, lo que requiere una tasa real más elevada; el otro implica una recalibración de las bandas, con un tipo de cambio que se sostiene en los niveles actuales y una tasa real más baja”, explicó Sebastián Menescaldi, director de EcoGo.
Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, señaló que la consultora trabaja con dos escenarios para 2026. “En el optimista, se aprueban las reformas, se trata el presupuesto en extraordinarias y se consigue que el riesgo país perfore los 500 puntos; es decir, que haya acceso al financiamiento externo y, a partir de ahí, ingreso de capitales. Con eso, el Gobierno puede aspirar a mantener el tipo de cambio dentro de las bandas, acumular reservas y crecer en 2026 bajando la inflación”, describió. En ese caso, estiman un crecimiento del PBI del 2%, un tipo de cambio de $1650 a fin de año y una inflación del 17%.

En tanto, en el escenario base, se terminaría liberando el mercado cambiario o subiendo el techo de las bandas (con un dólar en torno a $2000 a fines de 2026), lo que generaría en el corto plazo algo más de inflación y recesión, aunque después de la cosecha gruesa la economía volvería a crecer.
Pasadas las elecciones legislativas y resuelta la incógnita política, distintas consultoras están elaborando sus proyecciones para la economía del próximo año, con variantes en sus cálculos según si el Gobierno modifica las bandas cambiarias y avanza con las reformas estructurales o no.

Según el promedio de los consultados en el último LatinFocus Consensus Forecast, un informe mensual que reúne las proyecciones de más de 50 consultoras y bancos privados tanto de la Argentina como del exterior, en 2026 el PBI crecerá 2,9%, lo que implica un recorte de 0,1 punto respecto del cálculo del mes pasado. Según el promedio de las estimaciones del informe, hacia fines del próximo año el dólar oficial mayorista alcanzará los $1774. Hoy está en $1450,56.
En cuanto a la inflación, el relevamiento prevé una tasa del 19,3%.
La victoria electoral de La Libertad Avanza, la promesa de reformas, los reiterados apoyos de Estados Unidos y la proximidad anunciada de la firma del acuerdo comercial entre las administraciones de Javier Milei y Donald Trump conformaron un combo que al sector financiero argentino parece dejarlo conforme, al menos hasta el momento. El riesgo país perforó los 600 puntos, el dólar minorista también retrocedió y los bonos subieron.
Antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre el termómetro del mercado lo marcaba el dólar y su volatilidad. Pero los tiempos cambiaron. O al menos eso demuestran las variables financieras. La noticia no sólo es la divisa, sino también la recuperación del riesgo país. El lunes perforó la barrera de los 600 puntos (terminó la jornada en 599 puntos) y este martes continuó en la misma senda, al tocar las 598 unidades, según datos de Rava.
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que el Gobierno tiene la intención de ampliar “fuertemente” la posibilidad de aplicar deducciones en el impuesto a las ganancias que pagan las personas que perciben un determinado nivel de ingresos. Esa sería la manera concreta en que, aprobación de una ley mediante, se lograría aliviar la carga, y, a la vez -según la idea de los funcionarios-, generar un incentivo para el pedido de facturas al realizar compras.
En una entrevista en el canal La Nación+, Caputo dijo que una modificación prevista -de la cual no dio detalles- le va a permitir “a cualquiera que pague Ganancias deducir desde una cafetera hasta la cuota que paga de un crédito hipotecario”.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) entre 2003 y 2025, se observó un aumento de los ingresos monetarios provenientes de las jubilaciones y pensiones y de los planes sociales, subsidios y ayudas en dinero de ONG.







