Wemmer Pan, en Johannesburgo (Sudáfrica), es una zona agradable de paseo alrededor de un lago. Pero hubo un tiempo en el que ir allí entrañaba el riesgo de morir violentamente. Entre abril de 1996 y enero de 1998 varias parejas fueron atacadas. Ellos, con un tiro en la espalda; ellas, violadas y con un disparo en el pecho. Hay más. En esas mismas fechas, varios sastres de la zona fueron asesinados en sus negocios a martillazos. Y lo mismo pasó con algunos pensionistas. Los crímenes se producían de día.

La caza de asesinos en serie en los lugares más peligrosos del planeta
La violencia es uno de los mayores frenos al desarrollo y los países con más homicidios buscan más y mejores métodos para reducirla. Uno de ellos es la perfilación criminal. Tres criminólogos lo cuentan