
Una gran ópera y un gran elenco para una ópera freudiana en el Colón. Las canciones de Catalina Telerman, al borde de cualquier estilo. Yorgos Dalaras, un mito griego en Buenos Aires. Los Premios Gramophone a las mejores grabaciones clásicas del año. Novedades y rescates en la red, entre las redes.
1 Por una cabeza
La ópera Salomé, de Richard Strauss, se estrenó en 1905. Ese mismo año se publicaron los Tres ensayos sobre la sexualidad de Sigmund Freud. Ni una obra ni la otra pudieron haberse influido mutuamente pero hay allí un espíritu de época evidente. Sobre todo cuando el libreto, realizado por el propio compositor a partir de una obra de Oscar Wilde, parece escrito por el mismísimo Freud.
El marido de la madre le pide que baile para él. La madre le dice que no lo haga. Él le promete, a cambio, concederle cualquier deseo y ella pide, entonces, una bandeja de plata con la cabeza del profeta cautivo que se negó a besarla. Y en el final, antes de que el padrastro ordene matarla, besa esa cabeza y sostiene con ella una escena de cargado erotismo.
En la puesta que se ve en estos días en el Colón, imaginada por Barbara Lluch con escenografía de Daniel Blanco, la famosa danza de los siete velos, una de las obras orquestales más tensas y extraordinarias de la historia, con un pequeño motivo que se repite, obsesivo, y se superpone a los melismas de las cuerdas, es bailada, como en un flashback, por el padrastro con una Salomé niña y luego, con su versión adolescente, y con un mismo vestido rojo.
Además del libro, la música, de una complejidad exquisita, que no solo no acompaña sino que se entreteje con la trama y se reserva para sí el señalamiento de los momentos culminantes, convierte a Salomé en una de las obras más importantes de todo el repertorio. Tanto el elenco como la orquesta, dirigida en este caso por Philippe Auguin, están a la altura de la composición y la puesta une inteligencia, sentido teatral y sugerencia visual. Quedan dos funciones, este domingo a las 17 y el martes 4 a las 20. En ambas el personaje principal estará en manos de Ricarda Merbeth –la notable Carla Filpcic-Holm realizó dos actuaciones extraordinarias la semana pasada–, el profeta será personificado por Egils Siliņš (Hernán Iturralde realizó dos funciones formidables) y Herodias, la madre, será interpretada por Nancy Fabiola Herrera (el 2) y Adriana Mastrángelo (el 4).
2 Los elementos
El título del álbum refiere al fuego. Y la relación con los elementos, o con lo natural –o lo esencial– es una constante en Ígnea, de la compositora, cantante e instrumentista Catalina Telerman. Cualquier clasificación –pop, nuevos folklores, canción a secas– queda chica para un magma siempre sorpresivo, poblado de irrupciones inesperadas y que se complace más en las difuminaciones que en los trazos rígidos de un contorno. Sí se trata de canciones. Sí hay un sustrato pop, sobre todo en la cuidadosísima producción. Y sí hay, aquí y allá, retazos de folklores diversos –y también del minimalismo y otras yerbas–. Y también hay una interpretación tan sensible como exacta. Y algo que no es ninguna de esas cosas pero las une de manera virtuosa. El disco es de una rara belleza, y tan alejado de cualquier descripción posible que es necesario oírlo. El grupo –Catalina Telerman, Melina Moguilevsky, Luciano Vitale, Juan Belvis, Candelaria Zamar, la violinista Lucía Cuesta, el trombonista Manuel Calvo y Joaquín Esplugas Castellá en clarinete y clarinete bajo–, lo presentará en vivo este viernes 7, a las 20, en Cultural Thames (Thames 1426).
3 Mitología griega
Fue uno de los intérpretes fetiche de Mikis Theodorakis. Actuó con Sting, con Mercedes Sosa, con Goran Bregovic y con Paco de Lucía, entre muchos otros. Su estilo viene del rebétiko –un arte de los años 30 del siglo pasado, portuario y cruzado por tradiciones de Medio Oriente–, el laikó, una canción popular más moderna, emparentada con las nuevas expresiones de los franceses y de catalanes como Joan Manuel Serrat, más las innumerables inseminaciones culturales de un territorio situado exactamente en su intersección. Yorgos Dalaras, nacido en El Pireo hace 76 años, es una leyenda en Grecia y llega a Buenos Aires para actuar el próximo miércoles 12, a las 21, en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125), en una presentación producida por la Fundación Helénica en Argentina junto con La Colectividad Helénica de Buenos Aires.
4 Los premios
La revista Gramophone se publica en Gran Bretaña desde 1923, en que fue fundada por el escritor escocés Compton Mackenzie. Su nombre ya habla a las claras de su relación con una industria, la del disco, a la que vio crecer y cambiar varias veces. Desde las placas de gomalaca y 78 vueltas por minuto hasta el CD y sus nuevas encarnaciones virtuales, pasando por el legendario –y resucitado– disco de microsurco en vinilo y 33 1/3 vueltas por minuto, la historia de las grabaciones de música clásica la tiene aún de testigo e, invariablemente, cada año otorga sus premios –los más prestigiosos del mundo– a los mejores registros publicados de octubre a septiembre. El gran ganador de 2025, como grabación coral y como disco del año, fue la versión –personal, extraordinaria, espectacular y no exenta de ciertas arbitrariedades– de la Misa en si menor de Johann Sebastian Bach dirigida por Raphaël Pichon, al frente del grupo Pygmalion con un seleccionado de cantantes especializados en el repertorio barroco, entre ellos la deslumbrante contralto Lucile Richardot y el tenor Emiliano González Toro.
Entre las distinciones principales se cuentan, también, las merecidas por Sir Simon Rattle como artista del año, la interpretación de los Cuartetos con piano 2 y 3 de Johannes Brahms por Krystian Zimerman, Maria Nowak, Katarzyna Budnik y Yuya Okamoto (música de cámara), el Concierto para violín de Edward Elgar por Wilde Frang con dirección de Robin Ticciati (Concierto), Picture a Day Like This, una nueva ópera del compositor George Benjamin (Contemporáneo), los Caprichos para violín de Niccolò Paganini por María Dueñas (en la categoría Instrumental y también elegida artista joven del año), El holandés errante de Richard Wagner con Gerald Finley y Lisa Davidsen como protagonistas, con dirección de Edward Gardner (ópera), las dos Sinfonías de Kurt Weill dirigidas por JoanaMallwitz (orquestal) y la Sonata Nº 1 de Brahms junto con la Fantasía del Caminante de Franz Schubert por Alexandre Kantorow (piano).
DF/MF
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