Los elogios a Rafael Grossi en un extenso artículo en The New Yorker sobre su postulación para la ONU

La NaciónEl MundoLa Nacion12/12/20254 Views

La revista estadounidense The New Yorker dedicó en su nuevo número un extenso perfil del director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el diplomático argentino Rafael Grossi, un profuso y elogioso retrato que lo destaca como un profesional de talento, capacidad y experiencia.

Bajo el título “Cómo Rafael Grossi arriesga su vida rastreando el material más peligroso del mundo”, la nota destaca la versatilidad de Grossi para manejarse en aguas movedizas, como la inspección de la central nuclear de Zaporiyia en la guerra de Ucrania, donde su equipo se vio bajo fuego. O la inspección del programa nuclear iraní, una misión que hizo rabiar al régimen.

La nota se vincula con la reciente nominación del diplomático de 64 años a suceder al portugués Antonio Guterres como secretario general de la ONU, el cargo más alto de la diplomacia internacional, que se decidirá en 2026 para entrar en funciones en 2027. El gobierno de Javier Milei lo respaldó formalmente, igual que otros países como Italia y Paraguay.

“Grossi es hijo de intelectuales italianos –su madre era escultora, su padre periodista– que emigraron a la Argentina. Nació en enero de 1961, a principios de la era nuclear. El desarme parecía lejano en aquel entonces. En octubre de ese año, la Unión Soviética detonó la Bomba del Zar sobre el Ártico”, señala.

Interesado de entrada en el tema nuclear, “Rafa siempre tuvo una especie de visión, aun para un chico a esa altura, en sus primeros años, con un intelecto vivaz, carismático, con genuina seriedad”, dice un experto en seguridad nuclear que lo conoció en Buenos Aires en los comienzos de su carrera.

Ese interés ha tenido varias facetas, recuerda el autor, incluso vinculadas al desarrollo social y económico. “Este año, Grossi convenció al Banco Mundial para que pusiera fin a su prohibición, que duró décadas, de financiar proyectos de energía nuclear; el acuerdo se firmó en junio, abriendo la puerta al apoyo de iniciativas del banco en países en desarrollo. Grossi también creó el programa Rayos de Esperanza para ampliar el acceso global a la detección y el tratamiento del cáncer”.

Rafael Grossi con gente de su equipo en una inspección de la central de Zaporiyia

Si bien se ha ocupado de otros temas, agrega la nota, Grossi genera más titulares en su rol como monitor de la no proliferación. “El Tratado de No Proliferación Nuclear, que entró en vigor en 1970, autoriza a la agencia de Grossi a monitorear las instalaciones nucleares en todos los países que lo han firmado; el OIEA puede desplegar cámaras, realizar inspecciones in situ e investigar actividades sospechosas”.

La experiencia de la guerra en Ucrania se lleva varios párrafos, como ejemplo del manejo de crisis extremas y de cómo negociar con los dos bandos. “Se reunió el mismo número de veces con el presidente ruso, Vladimir Putin, y con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Zelensky inicialmente tenía poca experiencia nuclear; también lo enfureció que Grossi negociara con Rusia sobre Zaporiyia, territorio que Ucrania reclamaba como territorio soberano”.

Putin, según le cuenta Grossi al periodista, demostró en las varias reuniones que sostuvieron sentados a una mesa del Kremlin “un nivel de conocimientos técnicos sorprendentemente alto”.

Rafael Grossi en una reunión con Vladimir Putin en el Kremlin

Otra prueba de fuego ha sido tratar con los iraníes. En junio, el OIEA declaró por primera vez en dos décadas que la República Islámica había violado las provisiones de seguridad previstas en el Tratado de No Proliferación, citando “los numerosos fracasos en el cumplimiento de sus obligaciones desde 2019” sobre material y actividades nucleares en varios sitios no declarados. “También decía en blanco y negro que no había un programa sistemático de armas nucleares en Irán”, aclara Grossi.

Israel y Estados Unidos bombardearon poco después instalaciones militares, nucleares y sedes políticas a lo largo y ancho de Irán, incluyendo instalaciones de la central de Fordo y sus accesos. Ali Larijani, jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, hizo personalmente responsable a Grossi por lo que se denominó “la guerra de 12 días”, y prometió que Irán ajustaría cuentas con él. Desde entonces, en Viena, vive bajo protección policial.

Grossi se dirige al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Irán

Sobre su candidatura a la secretaría general de Naciones Unidas, The New Yorker le hace un guiño explicando que a su manera “el OIEA es un microcosmos de la ONU”.

“Ambos abordan crisis en todo el mundo, pero ninguno cuenta con los medios militares para imponer decisiones. Ambos se mueven entre potencias rivales con posturas opuestas. La junta de gobernadores del OIEA es similar al Consejo de Seguridad de la ONU, compuesto por quince miembros; ambos incluyen a las cinco potencias nucleares originales”, señala.

“No existe ningún problema insoluble”, sostiene Grossi por su parte. “No quiero parecer arrogante, pero sé lo que necesita la organización”. Y dice que lo que funciona en el OIEA se puede aplicar a la ONU. “Estoy totalmente convencido de eso”.

Cargando siguiente noticia...
Search Popular
Más vistos
Cargando

Signing-in 3 seconds...

Signing-up 3 seconds...

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad