
Sucedió en Madrid fue un programa de éxito en Telemadrid al que mi abuela, viuda y un poco aburrida, era adicta a finales de los noventa. Yo vivía con ella por entonces y trataba de que cambiase esa matraca por cualquier otra cosa. No veas ese asustaviejas, le decía, pero ella era fiel a sus hábitos: el Pronto y los sucesos eran su alimento cultural, y no iba a cambiar a los ochenta. Así se fue convenciendo de que los cuatro jinetes del apocalipsis cabalgaban por el barrio de Embajadores.





