El 8 de diciembre se presenta como un feriado nacional inamovible en el calendario argentino, lo que consolida un esperado fin de semana largo de tres días en el último mes del año. Esta fecha, que a menudo suscita interrogantes sobre su origen y significado, conmemora el Día de la Inmaculada Concepción de María, una festividad litúrgica central para la Iglesia Católica a nivel global.
El 8 de diciembre se celebra el Día de la Inmaculada Concepción de María, una fecha de profunda raigambre espiritual, honra el dogma de la Virgen, quien, según la fe católica, fue concebida sin pecado original. Su pureza, inherente desde el primer instante de su existencia, fue oficialmente proclamada por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854.

El anuncio tuvo lugar en la Basílica de San Pedro, en Roma, ante la presencia de cientos de obispos y miles de fieles que atestiguaron este momento trascendental para la doctrina mariana.
La relevancia de esta doctrina radica en su propósito de exaltar valores fundamentales como la fe, la empatía y la caridad, encarnados en la figura de la Virgen María, venerada como la madre de Jesucristo, cuya concepción, según la tradición, fue obra del Espíritu Santo mediante intercesión divina. Es crucial no confundir esta significativa conmemoración con la concepción de Jesús mismo, ya que se trata de dos eventos distintos dentro de la teología cristiana.
En la República Argentina, el carácter de feriado nacional inamovible del 8 de diciembre implica que su asueto no puede ser trasladado a otra fecha. Esta condición está establecida por la ley 27.399, conocida como la “Ley de Establecimiento de feriados y fines de semana largos”, que regula el calendario de días no laborables en el país. Este año, la coincidencia del 8 de diciembre con un día lunes configura un deseado período de descanso extendido, abarcando desde el sábado 6 y el domingo 7 hasta el lunes 8. Este formato ofrece una bienvenida pausa anticipada en el cierre del año, propicia para el esparcimiento, actividades recreativas y el inicio de los preparativos para las inminentes Fiestas de fin de año.

Además de su significado religioso y su impacto en el calendario laboral, el 8 de diciembre reviste otra tradición de gran arraigo en la cultura argentina: es el día en que, por costumbre, se arma el árbol de Navidad en los hogares. Este acto simbólico marca el inicio oficial de la temporada navideña, impregnando los ambientes con un espíritu festivo y preparando el terreno para las celebraciones que se aproximan.
Si bien esta práctica no tiene un origen directamente religioso en la fe cristiana, su consolidación en esta fecha está íntimamente ligada a la festividad de la Inmaculada Concepción, funcionando como el punto de partida para la decoración y ambientación navideña. La profunda historia del árbol de Navidad se remonta a antiguas celebraciones celtas del solsticio de invierno y a la figura de San Bonifacio en el siglo VIII, quien adaptó abetos decorados para el culto cristiano, evolucionando con el paso del tiempo hacia la simbología y la práctica actuales.
El calendario oficial de feriados de 2025 contempla las siguientes fechas en el último mes del año:

En el caso de la Nochebuena (24 de diciembre) y la víspera de Año Nuevo (31 de diciembre), estas fechas festivas no son consideradas feriados nacionales por ley. Sin embargo, en algunos sectores se realiza durante estas jornadas una actividad reducida o es incluso un día no laborable, donde los empleadores deciden darles la jornada libre a sus trabajadores para facilitar las reuniones familiares y preparativos de fin de año. Es por ello que en estas fechas los bancos, organismos públicos y comercios limitan horarios o cierran.
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