La vitrocerámica es una de nuestras mejores aliadas en la cocina; suelen ser económicas, seguras y fáciles de limpiar, pero ojo, también requiere de ciertos cuidados. Por eso, contar con una buena cubierta protectora es una de las mejores inversiones para alargar su vida útil, ya que este tipo de placas evitan los arañazos, quemaduras y golpes en las superficies.