
Luego de la mayor operación policial en la historia de Río de Janeiro contra el grupo narco Comando Vermelho (CV), que dejó al menos 132 muertos según la Defensoría pública —aunque la cifra oficial aún se mantiene en 119—, los vecinos de la favela de Penha trasladaron durante la madrugada unos 56 cuerpos hasta una plaza del barrio para intentar identificarlos.
De acuerdo a informes citados por el medio brasilero O Globo, los cuerpos fueron extraídos de la zona de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, donde se registraron los enfrentamientos más violentos entre la Policía y los narcotraficantes.
Por José María Costa
Las olas golpeaban suavemente la orilla y el sol era esquivo en la mañana de hoy, donde cuatro cruces vestidas con remeras de la Policía Militar y Civil miraban de frente al emblemático hotel Copacabana Palace. Cada una llevaba una fotografía y un nombre, como un recordatorio silencioso del costo humano que dejó la megaoperación realizada el martes en los complejos de Penha y Alemão.

El homenaje, instalado ayer en la playa más turística de esta ciudad, convirtió uno de los paisajes más icónicos de Río de Janeiro en un escenario de duelo y recordatorio de que, a solo 15 kilómetros, murieron más de 120 personas en el operativo policial más letal que los cariocas recuerdan.
La intervención fue organizada por la ONG Rio de Paz, que desde hace años utiliza el espacio público para denunciar la violencia y honrar a las víctimas. En esta ocasión, el gesto estuvo dirigido a los cuatro policías muertos durante el operativo de contención contra el Comando Vermelho (CV), una de las organizaciones narcocriminales más poderosas del país.
Jorge Luis Vidal es especialista en seguridad pública y narcotráfico. De visita en LN+, aseguró que “el gran interrogante que dejó este choque es de qué manera el Estado va a recuperar el terreno que perdió en manos de estas bandas narcocriminales”.
Desde su óptica, “no hay que desmerecer la carga ideológica del conflicto: el alcalde de Río de Janeiro le pidió ayuda a Lula, pero el presidente no se va a meter en territorios donde residen gran parte de sus votantes”.
En palabras de Vidal, “si la policía creyó que iba a poder detener a tres personas cuya seguridad estaba a cargo de otras 200, es porque hicieron mal los cálculos”.
“En estos lugares donde el Estado se ha retraído, se ejerce lo que se llama gobernanza criminal. Donde el líder de una organización ejerce las tres funciones de un gobierno. Ejecutiva, porque es quien manda. Legislativa, porque es el que inventa las leyes. Y judicial, porque es el que decide a quién se ejecuta y a quién no”.
Esa fue la semblanza que Alejandro Cassaglia, experto en narcoterrorismo, compartió en LN+ sobre el grupo narco Comando Vermelho. En palabras del especialista, “esta gente está formada para ir a la guerra: cuando alguien le dispara, ellos disparan. Van a dar la vida por su causa”.
ROSARIO.-Desde hace tiempo las principales megaorganizaciones criminales de Brasil, como el Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho, utilizan armas de guerra. Algunas de ellas provienen de fuentes oficiales; entre otras, de los arsenales de las Fuerzas Armadas argentinas. En el operativo que realizaron las fuerzas de seguridad cariocas en las favelas Alemão y Penha, en Río de Janeiro −dejó un saldo de al menos 119 muertos, según cifras oficiales− fueron secuestrados fusiles de alto calibre.
Entre las armas secuestradas por la Unidad de Coordinación de Inspección de Armas y Explosivos de la Policía Civil de Río de Janeiro (CFAE) en la operación contra el Comando Vermelho se encuentra un FAL proveniente de arsenales militares de la Argentina, según confirmó el detective Vinicius Domingos, jefe de esa área de la Policía Civil.

“Es posible que ese fusil sea parte del lote de armas robadas del Batallón 603 de Fray Luis Beltrán”, especularon fuentes judiciales que investigan esta maniobra.
El especialista en seguridad interior Juan Carlos Ozarán visitó los estudios de LN+ donde manifestó que el enfrentamiento en Río de Janeiro “no solo se trata de narcotráfico, sino también de crimen organizado”.
“Acá entran en juego factores como el tráfico de armas, la venta de drogas y la extorsión política”, detalló Ozarán. Según el especialista, “Esta operación fue alimentada por una estrategia militar organizada”.
Por último, el especialista en seguridad interior, subrayó: “El poder de combate que tienen en este momento las organizaciones criminales son, por lo menos, similares a las de la fuerza de seguridad“.
Las autoridades brasileñas lanzaron este jueves una operación de combate al lavado de dinero contra el Primeiro Comando da Capital (PCC), uno de los mayores grupos del crimen organizado del país, anunció la fiscalía.
El despliegue ocurre dos días después de la megaoperación policial más mortal de Brasil, con al menos 130 fallecidos, en una favela de Rio de Janeiro contra el Comando Vermelho, dominante en la ciudad carioca. Ambas grupos dominan el tráfico de cocaína en Brasil.
Diego Hernán Dirisio, empresario argentino detenido en Córdoba y acusado de venderle armas al Comando Vermelho, negó a LN+ estar vinculado con dicha organización y con otros grupos criminales en el marco de la situación que se vive en Río de Janeiro, Brasil, tras el asalto antinarco.
En las últimas horas su nombre volvió a resonar por sus antecedentes. Consultado sobre las acusaciones que lo vuelven a vincular con el Comando Vermelho, dijo enfáticamente: “No conozco a nadie del Comando Vermelho; no tengo ninguna relación con lo que está pasando en Río”.
En comunicación telefónica desde el penal de Bouwer, Córdoba, donde se encuentra detenido hace dos años tras ser señalado como uno de los principales contrabandistas de armamento de la región y proveedor de grupos criminales brasileños, insistió en que “importó armas y las vendió de forma legal” y que está en prisión por “una venganza de un general paraguayo” de la que evitó dar más detalles.




El Gobierno decretó la alerta máxima por la situación en Brasil, luego de horas de conmoción y violencia en Río de Janeiro tras la operación contra el grupo narco Comando Vermelho (CV), en la que fueron asesinadas al menos 132 personas, según informó la Defensoría pública.
En principio, la alerta máxima dada por el Gobierno argentino tiene que ver con el incremento de controles de seguridad en los puntos fronterizos que dividen a ambos países.
“Voy a disponer una alerta máxima en las fronteras para que no pueda haber ningún tipo de cruce o de pase de aquellos que evidentemente se deben de estar moviendo de lugar, de la centralidad del conflicto en Río de Janeiro”, dijo la ministra Patricia Bullrich, en diálogo con la prensa acreditada en Casa Rosada.
“Vamos a mirar con cuatro ojos a los brasileños que vienen sin antecedentes o no”, completó la funcionaria de visita en el palacio de gobierno, al que llegó acompañada de su dos en la cartera y posible sucesora, Alejandra Monteoliva. Ambas estuvieron reunidas con el asesor Santiago Caputo.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva está “horrorizado” por el número de muertos que dejó el martes la operación antinarco más letal de la historia de Rio de Janeiro, dijo el miércoles su ministro de Justicia, mientras se esperaba una reunión entre las autoridades nacionales y las estatales en medio de una fuerte tensión política.
Más de cien personas murieron en la megaoperación policial del martes contra el grupo criminal Comando Vermelho, que dejó al estado de Río de Janeiro sumido en el caos y el terror, según las autoridades.
Río de Janeiro vive un infierno y los ojos del mundo miran a esta ciudad en estado de guerra. Una megaoperación en complejos de favelas contra una poderosa organización narco inició una escalada de violencia de consecuencias aún difíciles de dimensionar.
Las fuerzas de seguridad irrumpieron en la madrugada del martes con 32 vehículos blindados, helicópteros y drones, en una acción coordinada que terminó con 81 detenidos, 71 fusiles incautados y 132 muertos- según las cifras actualizadas de la Defensoría pública de Río de Janeiro-, entre ellos cuatro policías y decenas de presuntos delincuentes.
El temor a nuevos choques sigue latente mientras organismos internacionales exigen una investigación sobre las ejecuciones.
En la Argentina no resuenan los disparos de los golpes espectaculares de las huestes del Comando Vermelho, la poderosa organización criminal nacida en las favelas cariocas que este martes fue objetivo del mayor operativo policial de la historia de Río de Janeiro, que convirtió a la más famosa ciudad brasileña en el escenario de una guerra.
Pero eso no significa que aquel gigantesco emporio del crimen no haya posado sus largos tentáculos en el país. El Comando Vermelho encontró en la Argentina terreno fértil para dos misiones logísticas importantes para cualquier organización criminal de su magnitud: el lavado de dinero y la provisión de armas, especialmente, fusiles de asalto o de alto poder de fuego.
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El Comando Vermelho (CV) es la principal organización delictiva del estado de Río de Janeiro. Su base de operaciones se encuentra en las favelas de la ciudad, pero su influencia se extiende a a todos los rincones del estado carioca.
Constituido en los años 70 a partir del encuentro de criminales comunes y militantes de izquierda dentro de una prisión de Rio de Janeiro durante la dictadura militar brasileña, el CV es actualmente considerado una amenaza nacional y trasnacional.
En diálogo exclusivo con LN+, Jorge Perren, cónsul argentino en Río de Janeiro, manifestó que el enfrentamiento entre la banda narco CV y la policía “fue una carnicería”. “Lo que parecía grave ahora ya es gravísimo: estamos hablando, extraoficialmente, de más de 160 muertos”, sentenció Perren.
Sobre la situación de los compatriotas en la ciudad carioca, el funcionario detalló: “No hay argentinos, ni turistas ni residentes, involucrados en esta guerra”.
Para contextualizar la situación Perren sostuvo: “Lo que vivimos acá es imposible de entender desde una óptica argentina, es decir, Río es una ciudad que tiene casi 15 millones de habitantes: una escala imposible de imaginar para todos nosotros”.
“Lo más lamentable es que, entre los muertos, hay muchísimos menores de edad”, concluyó Perren.

En imágenes exclusivas de LN+ se pudo ver la reacción de los habitantes de Río de Janeiro tras la crudeza del cruce entre la Policía Civil y Militar contra el grupo narco CV.
“¡Es un genocidio!”. Ese fue el grito que más se repitió durante las últimas horas entre los habitantes del estado de Río de Janeiro, Brasil, luego de que las fuerzas de seguridad emplazaran lo que las autoridades definieron como un “operativo de guerra” contra la banda narco Comando Vermelho (CV).
En el enfrentamiento, que contó con la cobertura exclusiva de LN+, se movilizaron 2500 uniformados de la Policía Civil y Militar. Hasta el momento, perdieron la vida más de 130 personas.
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