“Situación crítica”: alertan que en el país el 50% de los pacientes con infecciones graves mueren por bacterias multirresistentes

La NaciónLa NacionSociedad13/10/20255 Views

Con avances y retrocesos, la capacidad de las bacterias de adaptarse genéticamente para resistir a los antibióticos se mantiene como una de las principales amenazas sanitarias en el mundo. Tal es la presión que le están imponiendo al sistema de salud que basta con un dato como ejemplo: en el país, uno de cada dos pacientes con infecciones graves fallecen en las unidades de terapia intensiva debido a estos gérmenes multirresistentes, de acuerdo con una primera actualización local de la carga que está teniendo la resistencia antimicrobiana (RAM) en la salud pública.

El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó la lista de 24 bacterias de preocupación internacional crítica, alta y media, de acuerdo con los cambios en la respuesta a los antibióticos disponibles, transmisibilidad, tratamiento y prevención. Causan infecciones de la sangre, urinarias, gastrointestinales o respiratorias. En el último informe mundial de vigilancia de la RAM conocido hoy, también se alerta sobre la gonorrea, una infección de transmisión sexual.

Por primera vez, una estimación con datos de 100 países sobre 22 antibióticos utilizados para controlar ocho de esas bacterias –Acinetobacter, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Neisseria gonorrhoeae, salmonella, shigella, neumococo o Streptococcus pneumoniae y Staphylococcus aureus causante de infecciones intrahospitalarias y en la comunidad– da cuenta de que la resistencia a los antibióticos crece desde 2018 entre un 5% y 15% cada año.

Problemas

El uso de esos medicamentos sin indicación médica y la venta libre siguen entre los principales problemas. “Esto es preocupante. Nos estamos quedando sin opciones y poniendo vidas en riesgo”, expresó Yvan Hutin, director del Departamento of Resistencia Antimicrobiana de la OMS al presentar los datos en conferencia de prensa, de la que participó LA NACION.

El país integra el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (Glass, por su sigla en inglés), de la OMS, desde 2019. Lo hace a través del Servicio de Antimicrobianos de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Dr. Carlos Malbrán (Anlis Malbrán). La RAM, como amenaza latente para la salud pública global, fue una de las cuatro prioridades que acordaron los ministros de Salud del G20 en la cumbre de hace seis años en Buenos Aires.

El aumento de la multirresistencia bacteriana duplica la probabilidad de complicaciones en los pacientes, triplica el riesgo de muerte y está directamente relacionada con la falla de los antibióticos que se indican hasta dar con la bacteria que causa la infección y, finalmente, el fracaso de la atención que depende de la efectividad de esas drogas. Basta ver, si no, el estrago que causaron en terapias intensivas las bacterias multirresistentes Klebsiella pneumoniae y Ralstonia mannitolilytica con las que estaban contaminadas ampollas de fentanilo comercializadas en el país entre enero y mayo pasado.

Sin freno, ya la OMS había equiparado a la resistencia a los antimicrobianos con el daño de la crisis financiera mundial de 2008-2009 “debido al aumento espectacular de los gastos en atención sanitaria, al efecto en la producción de alimentos, el comercio y los medios de vida”.

El uso excesivo de antibióticos es uno de los factores detrás del aumento de infecciones bacterianas resistentes.

Debemos usar los antibióticos de forma responsable y asegurar que todos tengan acceso a los medicamentos adecuados, diagnósticos de calidad garantizada y vacunas. Nuestro futuro también depende de reforzar los sistemas de prevención, diagnóstico y tratamiento de infecciones, así como de la innovación con antibióticos de última generación y pruebas moleculares rápidas en el punto de atención”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, a propósito del nuevo informe.

“Infecciones que antes se trataban con facilidad, ahora demandan opciones cada vez más costosas y más tóxicas, lo que lleva a una situación de más riesgo para los pacientes que requieren esas medicinas”, señaló Silvia Bertagnolio, jefa de la Unidad de Fortalecimiento de Vigilancia, Pruebas y Laboratorios de la División de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS, sobre los datos a partir de 23 millones de confirmaciones por laboratorios notificadas a ese sistema de vigilancia a la fecha. “La situación es crítica”, agregó.

Urgencia local

Anlis Malbrán presentó la semana pasada un tablero que permite a autoridades sanitarias, directivos de centros de salud, equipos a cargo de los programas de control de infecciones intrahospitalarias, investigadores y profesionales acceder a información sobre cómo responden las bacterias bajo vigilancia a los antibióticos disponibles para controlarlas. Esa información surge de los resultados de que ingresan desde 2020 los 90 laboratorios de hospitales en todo el país de la red WHONET-Argentina.

“Es un avance significativo en la vigilancia de la RAM –expresó Claudia Perandones, directora de Anlis Malbrán–. Su uso permitirá estructurar grandes volúmenes de datos para transformarlos en información útil, accesible y aplicable en la toma de decisiones estratégicas para la salud pública nacional.” Por año, se revisan resultados de alrededor de un cuarto de millón de muestras que aporta la red de laboratorios centinela.

Los datos del tablero son a año vencido, pero, a diferencia de los informes que venía publicando el Servicio de Antimicrobianos de los últimos cuatro años, la intervención de la Unidad Operativa de Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos en Salud Pública del Malbrán permite por primera vez ingresar consultas y visualizarlos online por especie bacteriana, tipo de antibiótico o muestra (sangre, orina, materia fecal), año o intervalo temporal, edades, género y regiones. La tarea de esa red de 90 laboratorios es detectar nuevos mecanismos de resistencia y trazar mapas o tendencias de RAM en el país que comparte con el resto del sistema a través del software WHONET de la OMS.

A partir de esa información, y en colaboración con la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), es que publicaron en mayo de este año que “el 50% de los pacientes internados en unidades de cuidados intensivos con infecciones severas fallecen por gérmenes multirresistentes”. Es una proporción demasiado alta con respecto de otros países, donde esos datos de complicaciones y decesos son causa de alta preocupación en salud pública.

“Son pacientes con infecciones por bacterias (bacteriemias) gram negativas y la mortalidad está asociada con el mecanismo de resistencia de esos patógenos. Pero la más importante es por Klebsiella [pneumoniae]”, explicó Alejandra Corso, jefa del Servicio de Antimicrobianos de Anlis Malbrán, laboratorio regional de referencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Ante la consulta, ratificó a LA NACION que ese valor argentino “es muy alto” y lo comparó con una proporción promedio del 10% o el 20%, como en Francia. “En esto, no nos fue muy bien”, evaluó. El relevamiento, en el que colaboró Anlis Malbrán, lo hizo un equipo de la SADI, con datos de 35 hospitales del país y corresponden a pacientes de 18 años o más. Se publicó en mayo de este año en la revista Clinical Infectious Diseases.

El perfil local en RAM se completa con una elevada resistencia al uso de cefalosporinas de tercera generación al analizar infecciones por Acinetobacter baumannii, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter cloacae y Pseudomonas aeruginosa, y a los potentes carbapenemes. Esto es una alarma frente a los patógenos críticos, según refirió Corso. Un alto nivel de resistencia complica los tratamientos y demandan el uso de dos o tres antibióticos por falta de opciones terapéuticas. “Hay patógenos para los que no tenemos con qué cubrirlos y eso hace que haya que recurrir a drogas tóxicas, antiguas (con alta nefrotoxicidad), combinadas y con efectos colaterales en los pacientes”, resumió.

Perandones destacó ahí la utilidad del tablero online, con el volumen de información que manejan en Anlis Malbrán. “Por el tipo de configuración, no solo permite el seguimiento de los datos en tiempo real, sino también la evaluación de tendencias con los niveles de resistencia a los antimicrobianos desde 2020 en todas las jurisdicciones del país”, dijo la funcionaria. “La información condensada y compilada permite tomar decisiones sobre cómo enfrentar futuros desafíos en RAM, no a partir de publicaciones, sino de lo que ocurre en nuestras provincias. Y, al ir implementando distintas medidas para mitigarla, se puede ver su impacto porque se empiezan a modificar las tendencias”, agregó.

Puso como ejemplo la disminución del 57% al 34% de la falta de respuesta a los antibióticos de la superbacteria Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. “Esta tendencia decreciente es un hallazgo positivo porque, si bien sigue siendo una resistencia muy importante, estamos viendo que las medidas que se están tomando para reducirla funcionan”, concluyó Perandones.

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