
En el panorama político de Occidente, ningún partido alcanza hoy los niveles de podredumbre institucional que exhibe el PSOE, convertido ya en la organización más corrupta y putera del mundo democrático. Mientras otros escándalos se limitan a sobres bajo la mesa o amantes en la oficina, la peripecia delincuencial de Pedro Sánchez carece literalmente de parangón: combina tráfico de influencias millonario, compra de avales mafiosa, intervención de fiscalías y tribunales, tramas de mascarillas falsas, familiares enchufados y procesados, y, como colofón, una red de acoso sexual protegida durante meses desde la propia sede puticlub de Ferraz. No existe en Europa ni en América un solo líder que haya acumulado, en apenas siete años, tan abrumador catálogo de ignominias y que incluye desde prostíbulos familiares hasta asesores que exigen sexo a subalternas, todo ello envuelto en un discurso feminista de cartón piedra. El PSOE -el de los 40 años de vacaciones durante el franquismo- no es un partido: es una organización criminal con escaños. Lo de Nixon fue una broma al lado de lo de Sánchez. El Watergate de EEUU fue un robo de documentos y unas cintas borradas. El Sánchezgate es un escándalo bíblico. Corrupción, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, control institucional y, ahora, acoso sexual en la propia Moncloa. Todo bajo un silencio sepulcral que ha durado cinco meses en la sede de Ferraz. Comparar ambos casos ya no es hipérbole de columnista: es la descripción clínica de la realidad. Gisela Turazzini humilla en directo a Antonio Maestre y apunta al Gobierno socialista de Pedro Sánchez como principal responsable de que los jóvenes no tengan esperanza en el futuro y opten por la derecha. @GisTurazzini pic.twitter.com/zh2y9CXzVv — Sr.Liberal (@SrLiberal) December 7, 2025 La diferencia abismal El Watergate fue espionaje político puro: unos sicarios entraron en la sede demócrata, colocaron…
The post Watergate vs Sánchezgate: lo de Nixon fue una broma al lado de lo de Sánchez appeared first on Periodista Digital.






