María José Carrasco tiene 80 años y reconoce no estar muy segura de si fue en un bollo de pan donde su madre escondió una cámara de fotos para su padre, Dámaso Carrasco, preso en el campo de concentración franquista de San Simón, una bellísima isla al final de la ría de Vigo, en Galicia. Fuera como fuera esa entrega, con esa máquina Dámaso Carrasco consiguió, clandestinamente por supuesto, las únicas fotos del interior del campo de prisioneros, documentos inéditos que aparecen al final de la película de ficción, San Simón, que, dirigida por Miguel Ángel Delgado, y protagonizada, entre otros, por Flako Estévez, se ha estrenado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en la sección Made in Spain.