Contraviniendo casi todas las reglas, en esta partida de ajedrez el movimiento de apertura corresponde al Rey. Ocurre el miércoles. Felipe VI se dirige en Nueva York a la Asamblea de la ONU para exigir a Israel que pare “la masacre” en Gaza y sus “actos aberrantes”. Muy lejos de allí, en Madrid, ese movimiento alimenta la estrategia con la que la izquierda intenta contraprogramar el apoyo de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, al gobierno de Benjamin Netanyahu. Porque Más Madrid registra en la Asamblea una declaración institucional que recoge las palabras del monarca, para provocar que el PP se retrate: o avalar a Felipe VI, o a Netanyahu. Y el PSOE madrileño, que ve cómo la baronesa se fotografía el jueves con la encargada de negocios de Israel, Dana Erlich, también mueve ficha. Ese mismo día, su alcalde más poderoso en la región, Javier Ayala, de Fuenlabrada (190.000 habitantes), le propone un concierto solidario a Husni Abdel Wahed, el embajador de Palestina, que este sábado, además, da un discurso ante la dirección regional del PSOE en Madrid.