El dato surge de una contabilidad clandestina tomada como prueba por fiscales de Texas y el canal de televisión de Dallas que inició la investigación. Machado fue el principal aportante de la campaña presidencial del Frente Despertar en 2019.
La magnitud del vínculo entre José Luis Espert y Federico “Fred” Machado, un argentino con pedido de extradición de Estados Unidos por presunto narcotráfico y/o fraude, vuelve a escalar y alcanza un umbral indisimulable, que podría forzar al diputado de La Libertad Avanza a romper el beneficio del silencio que se otorgó.
Una contabilidad atribuida por fiscales de Texas a Machado y su socia, la estadounidense Debra Lynn Mercer-Erwin, indica que el fideicomiso que ambos gestionaban habría transferido US$200.000 a Espert en 2020. El giro está anotado el 1 de febrero de ese año, aunque la fecha efectiva podría ser anterior.
El registro forma parte del expediente de tribunales federales de Texas que ya derivó, en noviembre pasado, en una condena a 16 años de prisión a Mercer-Erwin por los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y fraude. Machado está procesado en la misma causa y se encuentra detenido en su domicilio en Viedma, Río Negro, a la espera de que la Corte Suprema decida sobre el pedido de extradición.
Consultados por este diario sobre la presunta transferencia, Espert no respondió y Machado y sus abogados prefirieron no hacer comentarios.
El 5 de mayo de 2021, un gran jurado del distrito Este de Texas confirmó el procesamiento de Mercer-Erwin, Machado y otros seis presuntos cómplices. El texto detalla ingresos y egresos de dinero orquestados por el fideicomiso Aircraft Guarantee Corp, radicado en Onalaska, un pueblo de ese estado del sur estadounidense.
La contabilidad detallada expone una estafa a partir de la comercialización de aviones, bajo un esquema Ponzi: un comprador se interesa en adquirir una nave, para lo cual abona un anticipo o se endeuda con un prestamista, al que debe pagarle intereses. El avión en realidad no existe o es una misma unidad vendida muchas veces. También puede ocurrir que el comprador sea ficticio, inventado para canalizar un préstamo. Los fondos adelantados se acumulan en manos de los estafadores. Éstos fugan gran parte de lo recibido y una porción menor la reintegran para simular normalidad, hasta que el fraude queda expuesto y se judicializa.
El registro contable del fideicomiso de Mercer-Erwin parte del 20 de octubre de 2016 y se divide entre “wire in” (transferencia de ingreso) y “wire out” (egreso). Los ingresos llegan a través de una cuenta de crédito a nombre de la empresaria, y desde allí parten a decenas de individuos y empresas. Uno de los receptores más frecuentes es South Aviation, la firma de “Fred” Machado.
El renglón 920 del excel inscribe un “wire out”: 1-Feb/US$200.000/José Luis Espert. La correlación de fechas de las página previas indica que se trata del 2020.
El hallazgo de este detalle en medio de numerosos documentos y cifras repartidas entre acusaciones, sentencias e informes técnicos fue realizado por el equipo del candidato a diputado por Fuerza Patria Juan Grabois, quien la semana pasada denunció a Espert en tribunales federales de San Isidro por lavado de activos. El expediente quedó a cargo del juez Lino Mirabelli y el fiscal Rodolfo Domínguez. El presunto lavado de dinero estaría vinculado al fraude del esquema Ponzi, o el narcotráfico, o ambos. La radicación de la denuncia en San Isidro obedece al domicilio de Espert, en Beccar.
El fraude ascendería a US$350 millones, según la estimación de los fiscales texanos.
Mercer-Erwin declaró en su defensa el 28 de abril de 2023. Allí se manifestó engañada por Machado, a quien atribuyó la responsabilidad del fraude, aunque admitió como un simple error haber dejado que un tercero administrara los ingresos y egresos desde la cuenta de crédito a su nombre. Por el contrario, Machado no admite responsabilidad por los manejos del fideicomiso ni por los más de mil aviones que la firma tenía registrados a su nombre. El empresario argentino sólo se reconoce como cliente de Mercer-Erwin.
Según un perito contador que declaró en el juicio llevado a cabo en la ciudad de Sherman, Mercer-Erwin se habría beneficiado por al menos US$4,9 millones y Machado otros US$75 millones, lo que siembra dudas sobre quién era verdaderamente el jefe.
La investigación navega sobre un fraude con compras inventadas de aviones o un caso de narcolavado, en el que las transacciones de naves aéreas serían una mera pantalla.
Este medio constató con una fuente inobjetable que la contabilidad secreta que origina la denuncia de Grabois forma parte del expediente radicado en un juzgado de Sherman. Además, integra las pruebas en las que se basó el informe “Broken Trust” (confianza rota), encabezado por la periodista de investigación Tanya Eiserer, del noticiero del canal WFAA, filial en Dallas de la cadena ABC, una de las tres principales emisoras televisivas de Estados Unidos.
Según un perito contador que declaró en el juicio llevado a cabo en la ciudad de Sherman, Mercer-Erwin se habría beneficiado por al menos US$4,9 millones y Machado otros US$75 millones, lo que siembra dudas sobre quién era verdaderamente el jefe
Las acusaciones formuladas por la fiscalía federal de Texas no apuntan a Espert, porque el foco fue puesto en los presuntos ocho organizadores del fraude y no en los receptores de los fondos, que son decenas.
Machado, fugado a Argentina en febrero de 2021, niega ser un narcotraficante y resiste su extradición a Estados Unidos, ya aprobada en 2022 por un juez federal de Neuquén y empantanada en la Corte Suprema. El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo a este medio que está trabajando con “las autoridades argentinas” para concretar la extradición.
El benefactor de Espert tiene dos abogados: Roberto Rallín y Francisco Oneto. Éste es a la vez letrado de Javier Milei en la presunta criptoestafa $LIBRA y en varias denuncias contra periodistas. Una vez que decida la Corte, el Presidente tendrá la última palabra para dar curso a la extradición, o lo contrario.
Personas con conocimiento del caso no descartan que Machado esté negociando con los inversores a los que habría defraudado, mientras aspira a pactar con los fiscales de Texas un cambio de status de la acusación.
Si Machado es responsable por narcotráfico a gran escala vinculado al cartel de Sinaloa —como indicó el fiscal Ernest González— o cometió un desvío de fondos en perjuicio de inversores que confiaron en él —como admitió el propio acusado en una entrevista con el canal de Dallas de la cadena ABC—, Espert sigue igualmente comprometido. La contabilidad paralela que menciona el nombre del candidato de La Libertad Avanza deberá ser validada por la Justicia federal argentina, pero en ambas hipótesis, el hecho de haber recibido un aporte proveniente de un ilícito podría inscribirse en lavado de activos, como denunció Grabois.
Espert quedó atrapado en su propia decisión de haber negado o minimizado el vínculo con quien una decena de fuentes que participaron de la campaña de 2019 identifica como “el principal aportante”. Pruebas, testimonios y un llamativo crecimiento patrimonial tornan absurdos tanto su silencio o sus comentarios someros sobre “operaciones” de sus rivales, como la ausencia de preguntas de sus entrevistadores habituales.
El 27 de octubre de 2019 tuvieron lugar las elecciones presidenciales. Ganó Alberto Fernández, perdió Mauricio Macri y Espert terminó sexto, con 1,45% de los votos. Cuatro días después, el 1 de noviembre, al cabo de una campaña anegada por sospechas e insidia dentro del Frente Despertar que postuló a Espert, el ya excandidato incorporó a su patrimonio y al de su esposa, Mercedes González, una casa de 250 metros cuadrados, con parque y piscina, en Beccar, norte del conurbano bonaerense.
A esa altura, las relaciones con casi todos los integrantes del Frente Despertar y otros espacios de la derecha dura estaban resquebrajadas. Lilia Lemoine, muy activa en el pequeño equipo de Espert de aquel año, lo acusaría luego de “robarse la plata de la campaña” y de “tener problemas con narcos”. Fue en septiembre de 2023 ante la mirada atenta pero silenciosa de Manuel Adorni.
En marzo de 2020, mes siguiente de la fecha en que el fideicomiso texano vinculado a Machado anotó una transferencia de US$200.000, Espert adquirió un BMW coupé 240i, cuyo precio era superior a los US$90.000. El diputado consignó la casa y el auto como comprados con fondos propios, en su declaración jurada ante la Cámara Baja.
Machado fue acercado a Espert en la primera semana de marzo de 2019, casi en simultáneo con el inicio de la investigación en Texas sobre el fideicomiso de aviones. Quien ofició de puente fue Nazareno Etchepare, un experto en redes antikirchnerista, con pasado en la Coalición Cívica.
Un pacto sellado por Espert y Machado en el avión Bombardier Challenger matrícula N28FM, estacionado en el aeropuerto de San Fernando, estableció el préstamo de una nave King Air y una camioneta Jeep Cherokee de libre disponibilidad, además de dinero.
Las versiones sobre el monto varían entre integrantes de la cocina del Frente Despertar. La más sólida apunta a US$2,5 millones, otras duplican esa cifra, y algunas la reducen a centenares de miles.
El registro en un excel del fideicomiso Aircraft Guarantee Corp no detalla una cuenta específica de destino a nombre de Espert. La denuncia de Grabois pone el foco en la sociedad Varianza SA, conformada por el diputado y su esposa en diciembre de 2019. La firma no registra actividad, por lo que el dirigente de Argentina Humana sugiere que pudo haber sido el vehículo para recibir parte del dinero de Machado.
En abril 2021, cuando el benefactor fue detenido en el aeropuerto de Neuquén y el beneficiado quedó en el tapete, Espert acusó a dirigentes de derecha de orquestar “una operación” para perjudicarlo en la negociación de las listas para las elecciones de ese año. Su tormentoso vínculo con Milei viraría pronto a una profunda enemistad, que recién sería sanada cuando el actual mandatario ganó el balotaje presidencial, en noviembre de 2023.
Con el ultraderechista en Casa Rosada, Espert pasó a ser “el Profe” y una de las principales espadas legislativas y mediáticas del oficialismo. Su designación al frente de la boleta de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires para las elecciones del 26 de octubre obedeció a una decisión personal del Presidente. Hace cuatro años —cuando Machado fue detenido y el periodista Rodis Recalt, de Noticias, ató cabos con el avión de la campaña de 2019—, los autores de la “operación” habían sido competidores de derecha y ultraderecha. Ahora pasaron a ser “los kirchneristas”.
Machado, un rionegrino emigrado a Estados Unidos a principios de la década de 1990 que en un principio se buscó la vida y luego montó un negocio lucrativo con aviones en Fort Lauderdale, Florida, niega ser narcotraficante y se considera víctima de una pulseada política, que se vuelve cada vez más lesiva para él en la medida en que la figura de Espert gana centralidad. En declaraciones públicas a la filial de la cadena ABC en Dallas, admitió que desvió dinero de inversores que pretendían comprar aviones. Prometió que resarciría el perjuicio si recupera la libertad, lo que abona la idea de que algo está negociando para cambiar la naturaleza de la acusación en Texas.
Los fondos defraudados a los presuntos compradores de aviones supuestamente terminaron en proyectos mineros en Guatemala. En el país centroamericano también enfrentó acusaciones parlamentarias y periodísticas de financiamiento ilegal a dos presidentes. Durante la experiencia guatemalteca de Machado, iniciada en 2015, agentes de Homeland Security de Estados Unidos lo visitaron varias veces. Las sospechas sobre narcotráfico lo orbitaban hacía años y cobraron vuelo.
En febrero de 2021, Machado fue citado a presentarse en Texas, seguramente para ser detenido. Viajó desde Guatemala a México y burló el destino. Asumió que en el país del que había partido tres décadas antes se respetarían mejor las garantías procesales o simplemente se fugó. Aterrizó en Buenos Aires, intentó rearmar contactos y a las semanas fue detenido en Neuquén.
Hasta ahora, Espert circunscribió el vínculo con Machado a un viaje a Viedma el 18 de abril de 2019, para la presentación del libro La Sociedad Cómplice. No le quedó otra, porque hay registro audiovisual de ese encuentro en el hotel Austral de la capital de Río Negro, con agradecimiento “al amigo Fred Machado por el excelente vuelo que hemos tenido”. Lo cierto es que el uso del avión prestado fue intensivo por parte de Espert y otros responsables de la campaña, con viajes frecuentes a provincias del centro y norte del país, y al interior de la provincia de Buenos Aires.
Otro indicio que Espert no pudo negar fue el préstamo de la camioneta Jeep Cherokee patente OIO592. El vehículo recibió un piedrazo o un balazo mientras el entonces candidato presidencial se trasladaba junto a su compañero de fórmula, el consultor Luis Rosales, a una entrevista nocturna en el canal Crónica TV, el 6 de agosto de 2019. La difusión del caso iluminó a quien figuraba como titular de la Cherokee, Claudio “Lechuga” Ciccarelli, primo de Machado.
Espert y Rosales se mostraron evasivos a la hora de brindar detalles del presunto ataque y de la propiedad de la camioneta. Esa misma noche, Espert le envió la llave de la Cherokee a Diego Mastropietro, un empresario del mundo de la aviación con el que Machado solía viajar.
Un primer dato que llamó la atención a reguladores del transporte aéreo y fiscales estadounidenses fue que Onalaska, un municipio de unos 3.000 habitantes, tenía registrados 1.042 aviones particulares. La cifra era de por sí inusitada si se la compara con la de Nueva York, con unas 590 naves, pero pasaba a ser directamente sospechosa ante el hecho de que Onalaska, un pueblo insípido a orillas del lago Livingston, carecía de aeropuerto.
La periodista Eiserer, del canal WFAA, filial de ABC, comenzó a tirar del hilo en 2019. Resultó que el fideicomiso Aircraft Guarantee Corp apostado en Onalaska había llevado a un extremo una felonía de larga data. En Estados Unidos, sólo los nacionales pueden patentar un avión con la letra N que corresponde a ese país. Los extranjeros tenían una vía para eludir ese requisito, que era inscribir las naves en un fideicomiso estadounidense. Debra Mercer-Erwin vio el filón y compró Aircraft Guarantee Corp en 2014.
La patente con la letra N habilita en los hechos inspecciones mucho más laxas de las autoridades estadounidenses de seguridad y un tránsito más libre hacia terceros países.
Aconteció que aviones anotados en el fideicomiso comenzaron a aparecer cargados de droga en países del norte de Sudamérica y Centroamérica.
Según consignó Lesley Brooks, fiscal del juicio contra Mercer-Erwin, sólo diez de las 190 transacciones registradas en la contabilidad clandestina compartida entre la mujer y Machado eran efectivamente compras de aviones, y el resto eran fraudes. Ése es el mismo registro en el que aparece la transferencia a Espert descubierta por el equipo de Grabois. Si Machado no tuvo nada que ver con ese registro, la pregunta que surge es por qué una empresaria sin vínculo con Argentina como Mercer-Erwin habría transferido US$200.000 a Espert.
También existía una necesidad real de abastecer de aviones al fideicomiso de Mercer-Erwin, según los fiscales de Texas. Como las naves eran “dormidas” un tiempo, o eran abandonadas por problemas técnicos o accidentes en alguna selva de Guatemala, Belice, Venezuela o Colombia, o eran confiscadas con su carga de cocaína, la trama buscaba naves de reemplazo para incorporarlas al fideicomiso y otorgarles la letra N.
La foto ampliamente difundida en la que aparece Espert junto a Nazareno Etchepare delante del avión con la patente N28FM corresponde al Bombardier Challenger que usó Machado durante 2019 en sus viajes desde Florida, Estados Unidos, al aeropuerto de San Fernando, acompañado alternativamente por Mastropietro, el tenista Juan “Pico” Mónaco, empresarios y pilotos venezolanos y colombianos, y modelos de diferentes nacionalidades. En esa nave se dio la cita que selló el vínculo para la campaña del Frente Despertar.
El King Air con el que Espert surcó los cielos argentinos durante la campaña de 2019 estaba radicado en Argentina y no tenía por entonces la anhelada letra N.
Habrá que ver qué fue de su destino.
SL
slacunza@eldiarioar.com
....
Si quieres seguir leyendo la nota original pincha AQUI