Jon Rahm pisa esta semana el Open de España convertido en la gran figura de un cartel con más purpurina que nunca: Sergio García, Joaquin Niemann, Shane Lowry, Patrick Reed, Ángel Hidalgo, Josele Ballester… Sobre todos sobresale Rahm después de la histórica victoria con el equipo europeo en la Ryder Cup de Nueva York, un desafío que psicológicamente llevó a los jugadores continentales al límite por el ambiente hostil del público estadounidense. “Mentalmente fue la semana más dura de mi carrera”, expresó este martes Rahm en la presentación del campeonato nacional en la Plaza de Cibeles junto a Ángel Hidalgo, el campeón defensor en el Club de Campo Villa de Madrid, precisamente tras ganar un desempate el curso pasado a Rahm.
Sergio García no piensa aún en ser capitán
El máximo anotador histórico de la Ryder vio la gesta europea en Nueva York por la televisión. Sergio García, autor de 28,5 puntos en su carrera en el duelo frente a Estados Unidos, no se clasificó para esta edición y ahora suspira por alcanzar la siguiente cita, una muy especial porque será la Ryder del centenario, en Irlanda en 2027. A los 45 años, el castellonense pretende despedirse del torneo con un palo en las manos y no quiere hablar todavía de una posible futura capitanía con la que tomaría el relevo de Seve y Olazabal, ni siquiera de cara a Girona 2031.
“Lo único que me queda es seguir dándole, mejorando, y darme opciones de estar en el equipo en las próximas ediciones. Ser capitán es algo que sería bonito, pero no quiero pensar en ello porque me olvidaría de ser jugador, que es lo mejor. Mientras el cuerpo aguante no quiero pensar en eso. Creo que todavía tengo nivel para intentar clasificarme una o dos veces”, comentó este martes Sergio García, presente en el Open de España por primera vez desde 2019.