Ángela Claverol (Madrid, 57 años), presidenta de la asociación Amama de mujeres con cáncer en Sevilla, sonríe con brío y llora a partes iguales. Desde que hace dos semanas brotó el escándalo de los retrasos en el cribado del cáncer de mama en Andalucía, está subida en una montaña rusa de emociones y mucho trabajo para dar voz a las mujeres ―unas enfermas, otras sanas, todas asustadas― que exigen a la Junta andaluza (PP) empatía y eficacia.