La forma de concebir la vestimenta ha evolucionado con el paso de los años. Atrás quedaron los días en los que los mocasines se utilizaban exclusivamente en ocasiones especiales. Aunque siguen siendo sinónimo de elegancia —ningún otro zapato masculino transmite ese sello tan distintivo—, hoy en día se adaptan con naturalidad en cualquier estilo y contexto. Estos antiguos estigmas se han sustituido por un sinfín de posibilidades.