
Mientras el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, defendía la gestión de la sanidad realizada de su Ejecutivo en la clausura del congreso regional del PP en el que ha sido reelegido como su presidente autonómico, miles de personas clamaban en las calles de toda la comunidad precisamente por “el fracaso de la política sanitaria del gobierno andaluz”, y pedían su dimisión, un grito que hasta la primera concentración en apoyo a las mujeres afectadas por el retraso en el diagnóstico de los cribados de cáncer de mama, el 8 de octubre, no se había escuchado en ninguna de las marchas, que, como la de este domingo, había convocado Marea Blanca en los últimos cuatro años para alertar sobre el deterioro del sistema de salud público andaluz y su progresiva privatización.






