
En lo que va de 2025, Texas incorporó modificaciones significativas a su marco regulatorio de tránsito que impactan directamente a conductores que operan vehículos sin la documentación requerida. Estas reformas establecieron un sistema de penalidades más riguroso que va desde sanciones económicas hasta la retención de rodados, lo que podría afectar particularmente a la población migrante que circula sin permisos estatales válidos.
El Código de Transporte de Texas define con precisión cuáles son las infracciones y determina las penalidades correspondientes. Las autoridades estatales optaron por un enfoque más severo ante violaciones reiteradas e incorporaron mecanismos de control que trascienden las multas tradicionales. Esta estrategia busca reforzar el cumplimiento de requisitos básicos para circular en vías públicas del estado.
Estas normativas coinciden con un contexto de mayor escrutinio sobre la documentación de conductores. Las modificaciones legislativas responden a objetivos de seguridad vial y control administrativo, por lo que se establecen consecuencias progresivas según la gravedad y repetición de las faltas cometidas.
Además, el 1° de septiembre entró en vigor la Ley SB 857 que otorga a los agentes la autoridad de confiscar vehículos cuando el infractor no posea licencia válida o no tenga seguro vigente. Esto también incluye a la población migrante.
Esta normativa se suma a las sanciones ya existentes por manejar sin registro de conducir, que incluyen multas económicas y, en algunos casos, penas de cárcel, dependiendo de la reincidencia y de si la violación estuvo acompañada por un accidente con daños o lesiones.
Las penalidades económicas y de cárcel varían según el historial del automovilista:
Cuando la conducción sin registro se combina con la falta de seguro, la sanción puede clasificarse como delito menor de Clase B, con multas de hasta US$2000 y posibilidad de encarcelamiento de hasta 180 días.
Si además se provoca un accidente con lesiones o muerte, la violación puede ser catalogada como delito menor de Clase A, con multas de hasta US$4000 y hasta un año de cárcel.

La ley continúa reconociendo la validez de licencias extranjeras para quienes se encuentran en el estado en condición temporal, como turistas. Sin embargo, quienes establezcan residencia permanente en Texas deben tramitar un registro de conducir estatal en un período máximo de 90 días desde su llegada.
Si un residente permanente maneja con una licencia extranjera después de ese plazo o lo hace sin seguro, puede enfrentar sanciones que, con la nueva ley, incluyen el retiro del vehículo, además de multas.
La SB 857 modifica la Sección 545.305 del Código de Transporte de Texas para permitir la confiscación inmediata del automóvil. La decisión de remolcar el rodado queda inicialmente a criterio del agente que realiza la detención, pero la normativa indica que la medida será aplicada con especial rigor cuando existan antecedentes previos por la misma infracción.
Además de perder temporal o definitivamente el auto, la persona deberá asumir los costos correspondientes al traslado y almacenamiento, que se añaden a las sanciones económicas establecidas en el código.

De acuerdo con el Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés), manejar cuando la licencia está suspendida, cancelada o revocada, que se clasifica como Driving While License Invalid (DWLI), constituye un delito menor, cuya penalidad aumenta dependiendo de si existe reincidencia o si la infracción ocurre junto con la falta de seguro.
La acumulación de sanciones puede derivar en la ampliación automática del período de suspensión del derecho a conducir.
Las faltas quedan asentadas en el historial del automovilista, lo que puede causar suspensiones prolongadas del derecho a conducir. El DPS puede suspender o revocar licencias tras múltiples condenas por infracciones de tránsito.
Además, la acumulación de antecedentes puede influir en trámites futuros, lo que incluye la renovación del permiso.




