
“La inspiración para decorar nace de lo que hemos vivido, visto o imaginado durante el año. En este, los pequeños animales se adueñan de cada rincón para acompañar a Santa: renos, búhos, ratones y erizos nos sacan una sonrisa cada vez que los vemos ahí, sentaditos, llenando cada ambiente de fantasía”, nos cuentan Paula y Victoria Saiach, creadoras de L’Epicerie, la tienda de ramos generales y decoración que funciona en un caserón histórico de la ciudad de Corrientes.
“No hay nada que nos emocione más que ver la casa transformarse: luces encendidas, coronas en las puertas, renos, Santas y, por supuesto, el infaltable árbol repleto de adornos que nos devuelve, por un instante, la magia de ser niños”, nos dijeron las hermanas decoradoras.
Este año, apostaron por un árbol navideño de 3,60 metros y sobre el hogar decidieron colocar algunas ramas de eucalipto y una mamá lechuza junto a sus mini lechucitas. En los sillones, vemos erizos y unos ratones colgando de la lámpara. “Este diciembre, los animales son los protagonistas”.
“Nos encanta la Navidad y el ritual de vestir cada rincón de la casa para la ocasión”.
La naturaleza es fuente de inspiración para las decoradoras y está presente en ramas, fibras, madera y elementos orgánicos. Este año hay propuestas de mesas elegantes y otras más simples y relajadas, pensadas para quienes celebran al aire libre, bajo un árbol o en la galería, donde las fibras naturales cobran protagonismo.
“A la mesa de este ambiente, siempre la pensamos como la más importante, porque el espacio así lo pide. Nos inspiramos en una Navidad del hemisferio norte, con colores como el bordó, el rosa viejo y el verde inglés. Los ciervos arman un camino central que dialoga con pinos de piel, logrando una atmósfera envolvente y sofisticada”, explicaron.
“La clave está en elegir elementos que nos regala la naturaleza —ramas, piñas, madera, textiles crudos y fibras— y combinarlos con pequeñas piezas decorativas que sumen un toque festivo”.
La mesa del comedor, contigua al living, es redonda y para ocho personas. Este año la vistieron de blanco, con un centro de mesa que recrea un bosque donde elegantes renos protagonizan la escena. “Predominan los tonos tierra, platos con motivos festivos, medias porta cubiertos y servilletas con flores blancas”.
Para las hermanas, esta mesa es la infaltable de cada año. “Es la que más sorpresa y alegría despierta: colorida, vibrante y divertida”, confesaron.
Este año, la mesa tuvo detalles rústicos y un aire campestre. Para la paleta, eligieron el clásico rojo navideño, combinado de manera audaz con rosa y turquesa, creando una propuesta fresca y original.
El camino central de la mesa se convierte en un escenario festivo: juguetes que invitan al juego, platos en rojo lacre que aportan intensidad y chupetines rayados que suman un guiño lúdico. Todo vibra en un espíritu alegre.
“Para definir la paleta, partimos de la mantelería y, desde allí, desplegamos distintos estilos según el gusto de cada cliente. Hay quienes aman el clásico rojo Navidad y quienes prefieren los tonos neutros”.
L’Epicerie nació en 2012 como el sueño compartido de dos hermanas que decidieron emprender juntas. En sus inicios, fue un pequeño local dedicado a blanquería y fragancias. Con el tiempo, y gracias a la dinámica de los proveedores como las demandas de los clientes, el proyecto fue creciendo y diversificándose.

Hoy, la casona ofrece una amplia variedad de productos que incluyen muebles, decoración, mantelería, cortinas, bazar, iluminación y grifería artesanal.

“Esta casa es nuestro lugar en el mundo”, concluyeron las hermanas, que se convirtieron en las decoradoras más importantes de la provincia de Corrientes con su tienda de casi 800 m2.




