
Los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid han vuelto a las calles en el marco de una huelga que inició el 15 de julio y que esta semana alcanza 150 días consecutivos. Lo han hecho este jueves con una manifestación frente a la sede de Tragsa, la empresa pública que ejecuta proyectos de desarrollo rural, conservación del medio ambiente y actuaciones de emergencia en el medio rural. “Bomberos forestales, derechos laborales” y “Dignidad laboral al bombero forestal” han sido los gritos con los que cerca de 70 bomberos forestales exigieron a Tragsa la negociación de un nuevo convenio colectivo. Entre sus exigencias también está poner fin a la temporalidad y establecer medidas eficaces de protección frente a agentes cancerígenos.






