
El designado funcionario desembarca formalmente en el Poder Ejecutivo. Se rodearía de otros miembros del Ejército en cargos claves en la cartera. Posturas negacionistas, hijos de represores y militares con más de 40 años en las FFAA.
Milei elige por primera vez en democracia a un militar (hijo de un criminal de la dictadura) como ministro de Defensa
El militar del Ejército Carlos Presti jura hoy como ministro de Defensa de Javier Milei y sella la incorporación de las Fuerzas Armadas a la mesa política de un gobierno constitucional por primera vez desde el retorno de la democracia. El Presidente encabezará el acto de jura desde el mediodía en la Casa Rosada –según supo elDiarioAR de voceros oficiales– tras designar al funcionario el lunes pasado, cuando aceptó la renuncia de su antecesor, Luis Petri.
Presti desembarca en el Ejecutivo en un acto que corona el abrazo libertario a la familia militar. Con cargo castrense de Teniente General, el flamante ministro no pasó a retiro, sino que pasó “a disponibilidad” por un periodo de al menos dos años, el plazo formal de mandato que le queda a Milei. Su designación además generó en organismos de derechos humanos la preocupación por cierta avanzada negacionista en el oficialismo: el padre del ministro, Roque Carlos Presti, murió impune acusado de delitos de lesa humanidad, ya que durante la dictadura fue responsable de la represión en La Plata y coordinó centros clandestinos de detención y tortura.
La llegada de Presti al Gobierno significaría también la llegada de distintos miembros de las Fuerzas Armadas a la toma de decisiones políticas en el ministerio de Defensa, principalmente del Ejército. Aún no está confirmado el grupo de colaboradores que rodeará al funcionario, pero ya trascendieron nombres para su mesa chica que denotan una significativa politización de los militares. Entre ellos no aparecen figuras de la Armada ni de la Fuerza Aérea.
Voces que conocen el interior de las FFAA contrapusieron las críticas de los organismos como Abuelas de Plaza de Mayo o el CELS sobre Presti por la “militarización de la política”. “Hay mucha ilusión, Presti viene a manejar las fuerzas armadas desde la dirección política. Conoce las problemáticas porque toda su vida transitó ahí”, recogió este medio.
Otra fuente que pidió el anonimato y que conoce en profundidad los movimientos internos en Defensa aseguró: “Con Presti el Ejército se incorpora en el dispositivo de poder del presidente Milei; todos los militares que ubica en el ministerio pasarán a ser funcionarios, por lo que la fuerza se va a partidizar y serán los propios militares los que tomen decisiones sobre defensa sin tener que informar siquiera al Ejecutiva, porque serán parte del Gobierno”.
Ya en el cargo, Presti deberá ocuparse de llenar varios “ravioles” que componen el organigrama en el Edificio Libertador. Allí los puestos sensibles son los de la Secretaría de Estrategia y Asuntos Ministeriales (en los papeles, el viceministerio), la Jefatura de Gabinete, la Secretaría de Asuntos Internacionales, el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA, la obra social que atraviesa una fuerte crisis estructural), la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica, la Agencia Logística (que provee de suministros las operaciones militares) y el Instituto de Ayuda Financiera (IAF, que paga los retiros y pensiones militares).

Si bien el flamante ministro nunca habló sobre el rol de su padre en la dictadura, ya dio una pista que encendió alarmas: ascenderá como jefe de Gabinete a Guillermo Madero, actual subsecretario, pudo confirmar este medio. El funcionario se negó en su momento a enviarle información a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y llegó a visitar a los represores que están presos en la Unidad 34 de Campo de Mayo, como anticipó elDiarioAR el fin de semana.
Como viceministro y mano derecha, Presti tiene en estudio designar al general de división Jorge Alberto Puebla, según anticipó La Nación y pudo corroborar este medio. Se trata de un militar en actividad, con 42 años de servicio en las FFAA, que actualmente ostenta en el Ejército el cargo de director general de Educación.
Puebla tiene 59 años y fue compañero de promoción de Presti en la Promoción 118 del Colegio Militar. Formado en el arma de Ingenieros, como director general de Educación del Ejército maneja desde los institutos de formación de la fuerza: el Colegio Militar, la Escuela Superior de Guerra, la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral y los liceos militares.
Puebla es un militar de carrera que incluso despertó elogios en el kirchnerismo, aunque en off the record. “En términos militares tenemos una buena opinión suya, muy eficaz en el trabajo de cuestiones de asistencias en emergencia y desastres naturales”, señaló un ex funcionario en Defensa.
Un “raviol” que sí despierta alertas es la posible designación como secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa del teniente coronel Daniel Enrique Martella, quien fue pasado a retiro en 2013 por Cristina Kirchner. El cargo es clave por el vínculo con otros países, ahora muy enfocado en la relación de la Casa Rosada con Estados Unidos.

Martella pasó a retiro aunque sus causas no están clarificadas: podría haber tenido una sanción previa o decidido su retiro por cuestiones personales. “No tiene problemas de portación de apellido”, dijo una voz que lo conoce, a partir de que Martella es hijo de un militar de la dictadura condenado por delitos de lesa humanidad: Luis Santiago Martella, quien fue secretario general de Roberto Viola y luego jefe de la Policía Federal. Fue condenado en 2016 en la megacausa La Perla, el centro clandestino que funcionaba en Córdoba, por privación ilegal de la libertad agravada, imposición de tormentos agravados, y homicidio calificado. Murió en 2017.
Además, Martella tuvo de hermano al teniente Luis Carlos Martella, quien combatió en Malvinas y murió en un combate en el monte Dos Hermanas, al oeste de Puerto Argentino. En junio del año pasado tuvo un homenaje en el Senado.

Martella ya estuvo en el ministerio de Defensa, en tiempos de Petri, como director nacional de Planeamiento y Estrategia. Junto a otros militares retirados, está detrás de la organización de Do-Tank “Tabula Rasa”, que entre sus objetivos declarados busca “prevenir futuros conflictos en el país y formular políticas de defensa”. En su trayectoria se cuentan participaciones en misiones de la ONU.
En esa línea, no trascendió las posibles designaciones para la sensible Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar, justo cuando el Gobierno cambió la cúpula de la SIDE. Sí en la Agencia Logística de la Defensa estaría al frente el general de brigada Carlos Horacio Martín. Es un espacio clave porque maneja el presupuesto de la cartera para realizar todas las compras.
La obra social IOSFA sería otro “raviol” para un militar. El nominado sería el general de brigada Omar Horacio Domínguez. El servicio de cobertura médica tiene un déficit de $150.000 millones, hay prestadores de servicios cancelados y la atención está limitada en unidades hospitalarias del personal militar. Domínguez fue director del Hospital Militar y desde enero de 2024 es director general de Salud del Ejército, nombrado allí por Presti como jefe de la fuerza. Conocedores del tema señalan que será una de las prioridades de Presti; de hecho, antes de dejar el cargo, Petri pidió una auditoría al respecto.
Un último miembro de las FFAA que desembarcaría en Defensa sería el subjefe del Ejército, general de brigada Carlos Alberto Carugno, como posible titular del Instituto de Ayuda Financiera, con un abultado presupuesto para gestionar el pago de unos 300.000 retiros y pensiones, además de realizar inversiones en el mercado financiero para otorgar préstamos. “Es la Anses militar”, la calificó una fuente. El área la condujo Francisco Jorge Adorni, hermano de Manuel Adorni, ahora diputado bonaerense. Llegó a hacer un préstamo de $40.000 millones al IOSFA para no caer en bancarrota.
MC/MG
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