En su edición 40 aniversario, la tradicional muestra de arquitectura, diseño interior y paisajismo desembarca en un distrito en pleno crecimiento que combina innovación inmobiliaria con una propuesta urbana integral. Buenas ideas para este estilo de vida se reúnen en la clásica exposición que todos los años trae a un sitio emblemático de Buenos Aires -y ahora también de Córdoba, de Uruguay y de Chile– nuevas formas de habitar. Esta vez, Casa FOA está emplazada en un polo en desarrollo, en una de las áreas más recientes de Puerto Madero, hasta el 2 de noviembre.
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Estamos en una de las zonas más exclusivas y modernas de la ciudad, en el Dique 1, en un entorno vibrante donde el diseño y la arquitectura conviven con el río, los espacios verdes, la gastronomía y nuevos desarrollos, tanto residenciales como corporativos. Madero Harbour -una realización de GNV Group- cuenta con edificios proyectados por arquitectos de renombre como Carlos Ott, Urgell-Penedo-Urgell y Pfeifer-Zurdo. Casa FOA intervino un predio de más de 5000 m², donde los visitantes podrán recorrer espacios de gran escala y casi triple altura -algunos alcanzan los seis metros- que impactan por su monumentalidad. Allí, cada diseñador, arquitecto y paisajista da forma a diversos ambientes e historias de vida, donde se levantará el futuro shopping, al mejor estilo de Bal Harbour. “Estamos en una de las zonas más lujosas de Buenos Aires, es el mejor lugar donde se representa el maximalismo, que es el concepto de esta muestra. El espíritu de la expo tiene que ver con su locación, acá tenemos casi 600m² que serán el corazón de toda la manzana que ocupa el proyecto”, sostiene Juan Blas Fernández, gerente comercial de Casa FOA.
De esta manera, Casa FOA no solo celebra cuatro décadas de creatividad, sino que también se convierte en una oportunidad para descubrir la proyección edilicia y urbana de Madero Harbour. El desarrollo inmobiliario de usos mixtos ofrece múltiples bares y restaurantes, un paseo comercial y el único helipuerto en altura de la ciudad. Los rascacielos y torres de oficinas están conectados con una infraestructura subterránea que genera una trama funcional. El Distrito Madero Harbour se constituye como un punto de encuentro cosmopolita, diseñado para reinventar la vida cotidiana con confort y elegancia. “Celebramos la realización de Casa FOA en un espacio donde suceden experiencias de vanguardia: aquí confluyen diversas propuestas que se adaptan a las nuevas tendencias y necesidades”, expresa Alejandro Ginevra, Presidente de GNV Group.
En esta edición 2025, la macrotendencia que alimentó el concepto de este año es el maximalismo. Esta estética -que celebra la abundancia de colores, texturas, patrones y elementos– promueve la riqueza visual y la expresión individual, incluso a partir de la superposición de estilos. Así, Casa FOA esuna cita con la multiplicidad de lenguajes y el encuentro entre el diseño y la vida urbana actual. El manifiesto de esta edición es lo plural, lo expresivo y lo audaz como protagonistas de la rutina.
Tendencias de color y de diseño, nuevos hábitos sociales y culturales, todo converge en los 40 espacios de Casa FOA 2025: donde la vida sucede.
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Necesitamos calma. Según el estudio de investigación Colour Futures -que cada año lleva acabo el centro de estética de AkzoNobel en Holanda para comprender cómo se sienten las personas alrededor del globo- estamos buscando casas que sean la base para una vida más sana. La elección de la paleta puede evocar bienestar. Crear un refugio para desacelerar y reflexionar. En su azul puro, Alba transmite fluidez, armonía y apertura a nuevas formas de pensar y sentir. Este tono llega acompañado de otros para cambiar el ritmo de una casa: gris cobayo, océano profundo, arcilla, terracota, ladrillo. Así, en un dormitorio contrasta con rosa cobrizo, con ocre claro o tonos arena, como lo vemos en el espacio 37 que es la unidad modelo Osten Tower II de Camila Ginevra. En el 24, el estar y comedor de Marcela Rodríguez y Lorena Spinola, el azul de la pared y la alfombra se enciende con acentos mostaza de tapicería y una biblioteca blanca en el living, con maderas miel en el escritorio y con sillas tabaco en la mesa principal. En la cocina de María Beatriz González Zuelgaray y Bea Palacio, el azul llega hasta el techo y actúa como elemento unificador, a lo largo de los 15 metros lineales del espacio. La continuidad cromática nos envuelve, acompaña el recorrido y confirma una pausa de relax.
Habitar el Lobby de un modo confortable fue la cuestión para Muchtek, que nos da la bienvenida a la muestra. Hacer de la antesala un prólogo narrativo, un ritual de pasaje a través del cual dejamos de ser visitantes para transformarnos en huéspedes. En lugar de disimular su origen técnico, los perfiles de PVC se muestran cortados, seccionados, duplicados o ensamblados de formas inusuales en una relectura de su potencial en una forma perdurable, sofisticada y honesta. “Para interpretar el concepto rector de Casa FOA, tomamos un material para explotarlo en su máxima expresión: desde las aberturas de PVC a desmaterializarlo en un cuadro realizado con recortes de decks o en las luminarias, todas diseñadas por un artista”, detalla Pía Magri.
En Garage Urbano by Antelo Group, el auto no está más arrinconado y escondido sino en un espacio utilizable. “Para diseñar el lugar automotriz no pensamos en un depósito sino en un diseño integrado a la casa. Está inspirado en el primer parque que tuvo Puerto Madero, Micaela Bastidas que fue inaugurado en 2003, por eso arrancamos con los adoquines, que se van deconstruyendo y pasamos a la piedra pulida”, explica Juan de Souza. Como los autos son eléctricos, hay paneles solares para acumular energía. El muro de acero inoxidable actúa como un gran perchero para ordenar cascos y accesorios deportivos.
En el pasillo exterior, el Espacio Institucional Integral ISD, la colorimetría interpela. El entrelazado de materiales tiende un juego de texturas. Propiciar lo lúdico desde el acto de transitar es el objetivo.
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A través de colores intensos, géneros sofisticados, texturas y un exquisito detallismo, esta tendencia decorativa dota a los ambientes de mucha personalidad. Nos salimos del limbo minimalista para pasar a ambientes que nos provocan, como el living dramático y casi punk de Maximiliano Salar: “Yo soy maximalista, Máximo es el nombre del estudio. Me gustan las texturas, las capas, me siento cómodo en estos espacios, que a la vez son muy sensitivos, quiero que entres y te genere algo”. En su tercera participación en Casa FOA, sorprende con una estética trash y guiños rockeros, donde los sonidos y las luces modulares también son clave.
Otro ambientador que se siente como pez en el agua con la consigna 2025 es Ramiro Arzuaga, que plasma toda su filosofía en un atelier hiper creativo.“El maximalismo urbano me caracteriza, esto de mezclar estilos en uneclecticismo que queda buenísimo, que tiene mucho color y mucha mezcla.Puedo poner un mueble moderno con una alfombra persa antigua y una lámparachina del siglo XVIII. Además de mis cuadros y mis viajes conviviendo en este universo”, describe. A los veladores vintage les hizo pantallas nuevas. Para la cama de Roche Bobois encargó sábanas con sus iniciales. “El espacio 19 va aestar habitado por mí durante la expo, no es de revista, voy a estar armando lamesa y dibujando en vivo”, anuncia. Y le creemos: el escritorio está lleno de lápices y materiales plásticos para explorar. Un lugar de trabajo, de expresión y de descanso que no escatima en nada. La abundancia irradia en cada rincón.
En una visión diferente, el departamento de lujo de Fontenla susurra maximalismo urbano para un bon vivant que se mudó a Puerto Madero. “Lo más importante de laferia de Milán fue el foco en un interiorismo al servicio del hombre y sus necesidades. El usuario se tiene que apropiar de la tendencia, ponerla adisposición, por ello para estos 112 m² desarrollamos una colección de muebles que refleja lo que es vivir en esta zona de laciudad. Lustres, laqueados y tapizados en una paleta alineada otorgan sobriedad con personalidad. Grises, chocolates, verde musgo. Toques de borgoña y metalizados exclusivos. Muchas vetas. Y el recurso de Atrim para las terminaciones en un tono olivado”, especifica la arquitecta Florencia Basile. La iluminación es puntual y cenital, en paredes con led y artefactos trabajados como esculturas en mármol para dar luz difusa.
“Me inspiré en Wes Anderson, famoso por su estilo visual único. Es un escondite inmersivo, te doy el marco para que reescribas tu propia historia. Fluí,imaginá. El director de cine maneja estos tonos que usé –verde jardín botánico, rojo tribal, durazno-, frenás la película y es un cuadro”, relata Gabriela López Monzón sobre su Espacio de Hotel. Teniendo en cuenta la arquitectura del cielorraso, diseñó un domo que señala la situación más importante: dónde está la cocina, con tres islas que invitan al chef a conectar con el huésped, en lugar de quedar aislado en un back que no conoce nadie. La cava redondeada te envuelve. “Fui a lo circular. Me remito a la historia de la arquitectura: tengo como 5 metros de altura, así los enfatizo. Columnas facetadas. Es una estructura greco romana, eran imponentes y se fueron perdiendo con el minimalismo. Esta es una caja neoclásica con giros contemporáneos, para un hotel boutique que podría estar en Italia”. Las paredes con efecto mármol y terciopelo suman teatralidad.
Nanda, casa deperfumes, se encargó de aromatizar todos los espacios de Casa FOA con la visiónde que la fragancia es una metáfora que trae emoción al diseño. Un despertar de los sentidos, una estructura invisible y esencial en losambientes que brinda una experiencia sensorial y memorable, a través de una fragancia de autor con notas de canela, azafrán, lavanda, salvia, violeta y ámbar.
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“Me gusta ir más alláde la flor. En mis arreglos hay frutas, verduras, para que la naturaleza esté verdaderamente presente y no recortada”, sostiene Gabriela López Monzónque desde C’est moi optimizaeste recurso de maximizar el reino vegetal con las obras de Santiago Carrera. El fotógrafo explora el paso del tiempo en frutas y verduras con sus composiciones de “naturalezas viva”. Limones, papayas, maíz, calabazas, uvas y bananas congeladas se hacen inmortales en sus escenas.
Para la sala de baño que concibieron para una pareja hedonista, amante del arte y la joyería, Eder Villarreal y María Ramos convocaron a floristas. Musgo y ramos de hortensias preservadas que aguantan así de lindas hasta un año.
En el coworking de Diana Gradel y Grupo (a)², la idea de volver a trabajar desde una oficina losllevó a integrar sectores de socialización, capacitación y ocio con intimidad,formas orgánicas y un pequeño bosque natural que acerca la naturaleza a un espacio joven y dinámico.
En el fabuloso auditorio, la artista plástica Catalina Ruiz trabajó 900 m² de tela que pintó a mano y retocó en vivo. El estudio de Guadalupe Diez la convocó para entelar el espacio entero, con un lienzo que cubre techo y paredes. Las lámparas colgantes también están hechas a mano para lograr el acabado crafty. Las sillas son de Grupo (a)².
En el espacio de Fontenla, el maxi cabezal de cama fuera de escala tradicional llega hasta el techo y está realizado en tela. Así se logra el confort de un dormitorio como suite de hotel, que con la superficie de género gana calidez.
La cafetería de esta edición explora la dualidad entre el orden racionalista y la exaltación sensorial. Para Leonardo Militello, el choque entre los opuestos es estimulante, como sucede en Madero Harbour, donde la riviera natural se junta con la traza urbana futurista. En ese diálogo se centró el arquitecto para componer una grilla minimalista que organiza una planta limpia donde se vierte el contenido maximalista, motivado con híper texturas, visuales digitales y esferas vegetales casi invasivas. Los tonos neutros equilibran el blend.
Los baños públicos by Roca fueron planteados como una caverna, un refugio minimalista con sector de lactancia -que se cierra paraintimidad-, punto de hidratación y puertas de distinta altura para el toilette infantil.