Con Mohamed VI Marruecos ha escalado su condición de problema crónico para España. Pero si una revuelta islamista lograse derrocar a la dinastía Alauí, el problema se elevaría al cubo.
Con Mohamed VI Marruecos ha escalado su condición de problema crónico para España. Pero si una revuelta islamista lograse derrocar a la dinastía Alauí, el problema se elevaría al cubo.