La sentencia del Supremo que obliga a reubicar con urgencia a los solicitantes de protección internacional sigue igualmente sin cumplirse, mientras Ceuta confirma la misma parálisis: un único traslado formalizado
La sentencia del Supremo que obliga a reubicar con urgencia a los solicitantes de protección internacional sigue igualmente sin cumplirse, mientras Ceuta confirma la misma parálisis: un único traslado formalizado