La erotomanía es un trastorno poco conocido y del que muy pocas personas escucharon hablar. Se trata de una condición psiquiátrica en la que alguien vive con la firme convicción de que otra persona —generalmente de un nivel social más alto, una figura pública o alguien inaccesible— está enamorada de él o ella. Aunque puede parecer extraño o incluso curioso, los especialistas advierten que se trata de un delirio complejo que impacta en la vida cotidiana y que requiere atención profesional.
De acuerdo con el sitio Medical News Today, las creencias asociadas a la erotomanía son irracionales y sin base en la realidad; la persona afectada puede interpretar cualquier señal como un mensaje secreto de amor o pensar que el otro le comunica sus sentimientos de manera encubierta. Este trastorno no surge de una relación romántica real, sino que se desarrolla completamente en la mente del individuo, por lo que afecta su percepción de la realidad.
Los expertos en salud consideran que puede presentarse en dos formas. La erotomanía primaria ocurre cuando los síntomas del trastorno aparecen por sí solos, sin estar asociados a otra enfermedad. Aunque la causa exacta no se conoce, se cree que puede deberse a alteraciones o déficits en el cerebro, como cambios químicos que afecten neurotransmisores como la dopamina y la serotonina.
Por otro lado, la erotomanía secundaria aparece junto con otra enfermedad psiquiátrica o condición médica. Esto incluye trastornos como esquizofrenia, trastorno bipolar o depresión mayor, e incluso puede presentarse en etapas tempranas de enfermedades neurodegenerativas como la demencia con cuerpos de Lewy. También puede surgir tras traumatismos craneales o como efecto secundario de ciertos medicamentos.
En el artículo titulado “Delirio de Clérambault: entre un deseo de amor irreductible y la atenuación de un delirio erotomaníaco”, publicado en el portal de la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, se describen las fases del delirio según Clérambault a partir del seguimiento de una paciente durante más de 30 años. Estas fases son: esperanza, en la que la persona cree que el objeto de su delirio está enamorado de ella; la fase de despecho, marcada por la frustración y el resentimiento al no recibir la respuesta esperada; y la fase de rencor, en la que el delirio puede volverse persecutorio y generar hostilidad hacia la persona objeto del delirio.
Es importante mencionar que Clérambault fue un psiquiatra francés muy reconocido por sus estudios, ya que es considerado el primero en describir sistemáticamente el síndrome que hoy lleva su nombre y también se lo conoce como erotomanía.
Asimismo, en otro estudio publicado en el Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos, relevaron más de 1800 pacientes internados en un hospital psiquiátrico y encontraron apenas seis casos con este cuadro, a los que luego siguieron entre 22 y 35 años. Todas las personas afectadas compartían antecedentes de aislamiento social y rasgos de personalidad evitativos o paranoides (son características de personas que tienden a evitar situaciones sociales por miedo a ser rechazadas o criticadas).
Esto que dificultaba la creación de vínculos cercanos y favorecía la aparición de la ilusión delirante de ser amadas por alguien inaccesible. Aunque se trata de un trastorno complejo y de larga evolución, los investigadores observaron que el pronóstico no es necesariamente desesperanzador. En varios casos, el uso de fármacos antipsicóticos y el acompañamiento psicosocial ayudaron a mejorar la calidad de vida y esto demostró que, con un abordaje adecuado, es posible contener los síntomas y brindar mayor bienestar a quienes lo padecen.