Suele ser muy común dejar la ropa encima de la silla de nuestra habitación al llegar a casa, ya sea porque nos da pereza organizarla en el armario o porque simplemente la costumbre nos lleva a ello. El problema es que esta práctica no va en línea con mantener un entorno armonioso, ya que el desorden se convierte en protagonista y, aunque no se note claramente, al final esto nos hace perder tiempo y tranquilidad.