
Acusan a la gestión libertaria de “poner fin a un sistema que por más de 30 años constituyó el sostén del desarrollo del sistema científico argentino. Su eliminación interrumpe abruptamente la continuidad de líneas de investigación consolidadas, afecta la planificación de mediano y largo plazo y compromete la estabilidad de grupos de trabajo en todo el país”, sostuvieron las autoridades a través de un comunicado.
La decisión del Directorio de la Agencia I+D+i de anular las convocatorias PICT 2022 —ya adjudicadas— y cerrar la convocatoria 2023 consolidó un escenario que investigadores venían advirtiendo desde hace meses: el recorte presupuestario sobre el sector ya no es coyuntural, sino estructural.
Al rechazo días atrás de la red de investigadores RAYCIT (Red Argentina de Ciencia, Innovación y Tecnología), la Asociación Argentina de Investigadores en Historia (AsAIH) y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), se sumó ahora el comunicado de la Red de Directores de Centros Científicos Tecnológicos (CCTs) del CONICET, desde donde manifestaron su “profunda preocupación institucional por las recientes medidas adoptadas” por la gestión de Javier Milei que “pone fin a un sistema que por más de 30 años constituyó el sostén del desarrollo del sistema científico argentino. Su eliminación interrumpe abruptamente la continuidad de líneas de investigación consolidadas, afecta la planificación de mediano y largo plazo y compromete la estabilidad de grupos de trabajo en todo el país”, sostuvieron las autoridades a través de un comunicado.
De acuerdo a los científicos, “la promoción de la vinculación con el sector productivo y la cooperación para el desarrollo de tecnologías es necesario y bienvenido. Sin embargo, estas iniciativas de alcance y presupuesto limitados no pueden reemplazar a los programas estructurales que sostienen la investigación básica y aplicada en toda su diversidad disciplinar. La ciencia básica y el financiamiento competitivo constituyen el cimiento de las capacidades transferibles al sector productivo y la innovación con impacto social y productivo. Prescindir de ellos implica vulnerar la base misma del desarrollo sostenible del país”, denunciaron desde la Red de Directores de Centros Científicos Tecnológicos (CCTs) del CONICET.
Y agregaron: “Sin un sistema de ciencia básica y aplicada robusto y continuo se pierden capacidades estratégicas indispensables para responder a crisis sociales, sanitarias, ambientales, productivas y tecnológicas. Ningún país en el mundo que aspira a sostener su desarrollo reduce deliberadamente las capacidades de su sistema científico, porque ello limita su capacidad de respuesta y su proyección a largo plazo”.
Asimismo, solicitaron a las autoridades “la inmediata restitución de los instrumentos de financiamiento cancelados, el pago de los proyectos adjudicados y pendientes y la reapertura de la convocatoria PICT 2023”, al tiempo que exigieron “un diálogo institucional amplio y urgente que permita restablecer un horizonte claro para la ciencia argentina y garantizar la continuidad de las capacidades que el país necesita para su desarrollo”.
La red de investigadores RAYCIT (Red Argentina de Ciencia, Innovación y Tecnología) difundió un comunicado contundente en el que denuncia que la eliminación de estas líneas de financiamiento implica que la Argentina se convierte en el único país de todo el continente americano que no invierte fondos públicos en ciencia básica. El documento señala que el jueves pasado, 4 de diciembre de 2025, “quedará tristemente en la historia como una fecha clave para el desmantelamiento del sistema científico argentino”.
Según RAYCIT, la Agencia I+D+i llevaba dos años sin ejecutar fondos para nuevos proyectos, lo que provocó la paralización de líneas completas de investigación. La decisión de anular los PICT 2022 —proyectos ya evaluados y aprobados— constituye para la red un hecho “aberrante” e “inédito incluso en contextos de crisis económica profunda”.
El comunicado responsabiliza directamente a la presidenta de la Agencia, Natalia Avendaño, y a los directores Luis Martín Gómez de Liguori y Verónica Vaccalluzzo, a quienes acusa de llevar adelante un proceso de “cientificidio”: la destrucción deliberada de las capacidades científicas del país.
Este martes se sumaron también otras entidades. La Asociación Argentina de Investigadores en Historia (AsAIH) advierte que la cancelación de las herramientas de financiamiento por parte de la Agencia I+D+i profundiza el desmantelamiento sistemático de la ciencia argentina, con un impacto especialmente grave en humanidades y ciencias sociales. Sostiene que la medida acelera la disgregación de equipos y compromete la relación entre producción científica, políticas públicas y vida democrática: “Esta decisión constituye un nuevo y dramático capítulo del sistemático desmantelamiento de las tradiciones y capacidades científicas argentinas iniciado en 2023.”
Por su lado, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) denuncia que la anulación de los PICT 2022, el cierre de los PICT 2023 y la imposición de un nuevo modelo de convocatoria generan un quiebre abrupto en la continuidad de la investigación universitaria, dejando al sistema científico sin un soporte federal, estable y previsible. Advierte que el país queda sin su principal herramienta de financiamiento competitivo y que esto pone en riesgo áreas estratégicas, equipos, instituciones y el futuro mismo de la ciencia pública: “Estas medidas interrumpen abruptamente la continuidad de numerosas líneas de investigación y comprometen la subsistencia de equipos consolidados en universidades de todo el país y el futuro de la ciencia nacional.”
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