
En los últimos años, las fronteras entre la biología, la ingeniería y la ciencia de datos dejaron de existir como compartimentos separados para convertirse en un ecosistema común desde donde emergen algunas de las innovaciones más profundas de nuestra época: terapias personalizadas basadas en células, materiales creados a partir de microorganismos, biocombustibles obtenidos por bioprocesos de precisión y alimentos diseñados a nivel molecular.
Ese territorio, que redefine los modos de producción y cuidado del ambiente, empieza ahora a integrarse de manera estructurada a la educación superior argentina. A partir del año que viene, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) sumará a su oferta académica la carrera de Ingeniería en Biotecnología, una apuesta que busca formar a la nueva generación de profesionales capaces de liderar esta convergencia científica y productiva.
La decisión llega en un momento en el que la biotecnología se ha transformado en un motor global de innovación. Los avances en secuenciación genética, automatización de laboratorios, modelos digitales predictivos y herramientas de edición molecular aceleraron áreas como la salud, la industria alimentaria, la energía y la sostenibilidad.
En ese contexto, el ITBA plantea una formación interdisciplinaria basada en el cruce entre biología molecular y celular, ingeniería, automatización y ciencia de datos. El objetivo es preparar profesionales que puedan entender cómo funcionan los sistemas vivos, intervenirlos de manera precisa y transformarlos en soluciones tecnológicas que respondan a necesidades concretas de la sociedad.
La carrera tendrá una duración de cinco años y estará dirigida por Fernando Baidanoff, quien aportará su experiencia en investigación y desarrollo para actualizar de forma permanente los contenidos en un campo que evoluciona a gran velocidad.
“El propósito de esta carrera es formar ingenieros con una base sólida en biología y en ingeniería, capaces de conectar el conocimiento con las necesidades que hoy demanda la sociedad e impulsar desarrollos que mejoren la salud, la producción y la calidad de vida. La biotecnología es una plataforma estratégica para el crecimiento productivo, la competitividad industrial y la innovación científica, y queremos que nuestros profesionales sean protagonistas de ese avance”, argumenta Baidanoff.

El plan de estudios integra cursos de biología molecular, biología celular, ciencia de datos aplicados, automatización de procesos, ingeniería de bioprocesos, bioinformática, materiales de origen biológico y herramientas de innovación. Todo bajo un enfoque práctico que incluye trabajo en laboratorios experimentales, resolución de problemas reales de la industria y participación en proyectos interdisciplinarios.
La propuesta académica busca que los estudiantes adquieran la capacidad de modelar sistemas biológicos, manipular organismos a nivel molecular, diseñar bioprocesos y desarrollar tecnologías basadas en microorganismos, células o biomateriales.
Los campos laborales que se abren son amplios y abarcan sectores clave del desarrollo global. En salud, los futuros ingenieros podrán participar en terapias avanzadas, medicina personalizada, diagnóstico molecular y desarrollo de medicamentos biotecnológicos. En la industria alimentaria y agroindustrial, podrán trabajar en fermentación avanzada, mejora de procesos, biomateriales y soluciones para la producción sustentable.
También tendrán oportunidades en bioenergía, química verde, recuperación de ecosistemas y tecnologías limpias orientadas a mitigar el impacto ambiental. A esto se suman posiciones en empresas tecnológicas, consultoras, centros de investigación y startups de base científica.
La incorporación de Ingeniería en Biotecnología refuerza la estrategia del ITBA de ampliar su presencia en áreas de frontera científica. La universidad, reconocida por su tradición en ingeniería y tecnología, viene consolidando un entorno donde conviven investigación aplicada, vínculo con la industria y una fuerte cultura emprendedora. Sus laboratorios de última generación, las experiencias internacionales y los proyectos interdisciplinarios que realizan los estudiantes permiten que la formación trascienda lo teórico y se acerque a los desafíos reales del sector productivo.
Además, la institución avanza en la construcción de un nuevo campus en el Parque de la Innovación, un espacio que integrará todas sus actividades académicas, de investigación y extensión. La iniciativa apunta a potenciar la colaboración con empresas, centros científicos y organizaciones del ecosistema tecnológico, consolidando el rol del ITBA como formador de profesionales capaces de influir en el desarrollo del país.






