El consumo de avena se volvió popular en los últimos años por su alto contenido de proteína. Es una forma económica para aquellos que realizan ejercicio físico y necesitan acrecentar su masa muscular a la medida que disminuye su contenido graso. Además, su ingesta tiene otros aportes específicos en el cuerpo que sirven para el correcto funcionamiento del cuerpo. Gracias a diversos estudios científicos, se descubrió qué nutrientes son los que se absorben y cuáles se desechan.
Desde la Harvard T.H. Chan School of Public Health replicaron una serie de análisis hechos por expertos en química y medicina con el propósito de entender qué tan preponderante puede ser este alimento en la dieta de las personas.
En primer lugar, destacaron que la avena es una fuente importante de fibra (insoluble y soluble), fósforo, tiamina, magnesio, zinc y proteína. Esto permite adquirir la energía suficiente con base en dichos nutrientes y minerales para seguir el resto del día.
Los datos se especificaron en un período de consumo de 30 días seguidos, donde se detalló que la avena tiene un efecto que causa saciedad. Esto se debe a la fibra del tipo betaglucano, que ralentiza la digestión y suprime el apetito. Además, durante el proceso de absorción de nutrientes, los ácidos biliares ricos en colesterol se unen en el intestino y son transportarlos a través del tracto digestivo hasta su eliminación. Consumirla en el desayuno puede ser positivo para no sentir hambre en el transcurso de la mañana.
En tanto, advirtieron que tiene efectos extras, como en la salud cardiovascular. Allí se señaló que la avena instantánea e integral pueden tener un impacto significativo en el sistema circulatorio. En una comparación de 18 estudios sobre esta hipótesis, se concluyó que la ingesta asegura un riesgo 21% menor de enfermedad contraer cardíaca.
“Un análisis de 54.871 adultos daneses de entre 50 y 64 años reveló que los hombres y las mujeres con el cuartil más alto de consumo total de cereales integrales presentaban un riesgo de infarto un 25% y un 27% menor que las personas con el cuartil más bajo”, subrayaron en el artículo de la Universidad de Harvard. El trabajo en la reducción del colesterol LDL (malo) se debe a la acción del betaglucano.
Otra incidencia del consumo de avena en el cuerpo humano es en la diabetes. La fibra principal “ayuda a prevenir el aumento de los niveles de azúcar en sangre e insulina después de cada comida, y puede beneficiar la salud intestinal, ya que las bacterias intestinales descomponen y fermentan el betaglucano”.
En 14 estudios similares se comparó la ingesta de avena integral sin procesar en personas con diabetes tipo 2. Esto logró una reducción significativa de los niveles de glucemia en ayunas y de hemoglobina A1c. También ayudó a disminuir los aumentos de glucemia e insulina después de una comida.
Por último, se halló que la avena instantánea e integral mejora la salud intestinal. Previene el estreñimiento, tiene la capacidad de aumentar el peso y el contenido de agua de las heces, por lo que facilita la evacuación.
Asimismo, se remarcó que puede mejorar ciertos problemas digestivos como la diarrea, el estreñimiento y el síndrome del intestino irritable. Sin embargo, resaltaron que se necesita más investigación para evaluar el papel de la microbiota en las afecciones digestivas.