La desaparición de Madeleine McCann, ocurrida en 2007 en el sur de Portugal, todavía genera todo tipo de teorías, controversias y nuevas líneas de investigación. Esta semana, un reconocido investigador privado que trabajó directamente en el caso aseguró que la hipótesis más sólida nunca fue considerada por la justicia alemana y señaló a un grupo criminal como posible responsable.
Se trata de Julián Peribañez, exmiembro de la firma Método 3, que fue contratada por los propios padres de Madeleine, Gerry y Kate McCann, quien cuestionó duramente el enfoque de la fiscalía alemana, en particular el papel del fiscal Christian Wolters, responsable de apuntar durante años contra el ciudadano alemán Christian Brueckner como principal sospechoso.
“La liberación de Brueckner debería ser un punto de inflexión. En mi opinión, Wolters debería dimitir. No solo por el espectáculo público en el que se convirtió este caso, sino porque durante años se prestó atención a un sospechoso que no tiene relación con la desaparición de Madeleine. El verdadero secuestrador sigue en libertad”, afirmó Peribañez en declaraciones al medio británico Metro.
Julián Peribañez aseguró tener “plena certeza” sobre quién está detrás del caso. Según su hipótesis, la niña fue secuestrada por un grupo delictivo organizado que operaba en la región del Algarve portugués y que habría abandonado la zona poco después de la desaparición, lo que dificultó su seguimiento. “Sé que ese grupo no fue investigado. Desaparecieron del área y por ahora no puedo decir más”, sostuvo.
Estas afirmaciones contrastan con la teoría sostenida por fiscales alemanes y por algunos testimonios que apuntan directamente contra Brueckner, un criminal convicto por otros delitos sexuales y que recientemente recuperó la libertad tras cumplir una condena de siete años. “Es un manipulador y un mentiroso. Pero eso no significa que haya sido el responsable de lo que le ocurrió a Maddie”, aclaró Peribañez.
La nueva hipótesis llega en un momento de estancamiento judicial. En junio, las autoridades alemanas reanudaron una búsqueda en Portugal que solo duró tres días sin hallazgos relevantes. En paralelo, un documental del canal británico Channel 4 presentó supuestas pruebas nunca antes vistas que, según los realizadores, confirmarían que la niña está muerta. Entre ellas, había registros e indicios hallados en propiedades de Christian Brueckner, pero hasta el momento nada resultó concluyente.
Para el detective privado, otro error es continuar dándole entidad a al exconvicto alemán, quien por su perfil psíquico busca agrandar su imagen con la prensa para ser conocido. En los últimos días, el hombre asistió a una tienda de celulares donde habló con el dueño del lugar sobre el famoso caso de desaparición de la menor y remarcó que tenía pruebas contundentes de lo que sucedió aquella noche.
Según relató el encargado del negocio identificado como Farouk Salah-Brahmin al diario británico The Sun, Christian se mostró muy interesado por hablar de la causa. “No sé si es el caso McCann, pero dijo que tenía pruebas que podían ponerle fin al escándalo del siglo. Que podía aportar su propia solución y que tenía algo sobre unos pendrives. Por la forma en que lo dijo, no podía estar hablando de otra cosa”, detalló el comerciante, quien describió a Brueckner como una persona oscura.
Durante la charla, el exconvicto incluso mostró su tobillera electrónica, rio y pronunció una frase que resultó muy perturbadora para el dueño del local.“Mirá, estoy bajo control”, expresó con ironía al notar la incomodidad de Farouk. A pesar de que no estaba obligado a dar declaraciones, optó por hablar todo el tiempo con el comerciante, a quien también le compartió su versión sobre las acusaciones en su contra. “Me dijo que encontraron su ADN en la cama de una víctima, pero que también había otros 14 ADN. Que no era él. Que todo es inventado. Me dio miedo. Es un tipo peligroso y tuve que mantener la distancia”, relató.