Después de dos años y medio de vetar un debate general de sanidad en el Parlamento andaluz, el Gobierno de Juan Manuel Moreno ha comparecido en la Cámara autonómica impelido por la grave crisis sanitaria a raíz de los fallos en los cribados del cáncer de mama. El consejero de Sanidad, Antonio Sanz, que apenas lleva ocho días en el cargo tras la dimisión de la anterior responsable, se ha refugiado en los anuncios para mejorar el sistema público de salud, más que en dar explicaciones claras y precisas sobre lo ocurrido.