El Ministerio de Cultura se tendrá que implicar directamente en la polémica sobre el traslado de los murales románicos de Sijena dictaminados por la Justicia. El pasado viernes el presidente del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), Joan Oliveras, envió una carta al ministro Ernest Urtasun reclamándole un informe sobre la idoneidad de mover las pinturas que ahora se exhiben en el museo pero que se pintaron en el siglo XII sobre las paredes de la sala capitular del monasterio de Santa María de Sijena. Suponía la primera vez que el patronato del museo formulaba esa petición pese a la ofensiva documental que lleva realizando para impedir el traslado de las obras, argumentando la gran debilidad estructural en la que se encuentran los murales. El informe lo tendrá que realizar el Instituto de Patrimonio Cultural (IPCE), máxima autoridad española en conservación y que ya tiene antecedentes de informes técnicos que mostraban su oposición al traslado de obras.