
La dirección del PSOE insiste en que no ha encubierto a Francisco Salazar ni a otros de los dirigentes señalados por los casos de acoso que, combinados con la sucesión de escándalos de corrupción, con escenas inéditas como la entrada de la UCO en la SEPI, en Correos o en los ministerios de Hacienda y Transición Ecológica, han sucumbido a los socialistas en una de sus crisis más severas desde que llegaron al Gobierno. “Ni yo ni nadie ha tratado de encubrir y tapar ningún caso”, ha afirmado Rebeca Torró, la secretaria de Organización del PSOE, en su primera rueda de prensa desde que fue nombrada en el comité federal del 5 de julio, el mismo en el que Salazar iba a ser uno de sus adjuntos. “Para nada me siento cuestionada (…) Me gustan las críticas, las opiniones de mis compañeros, porque eso hace de verdad que seamos mucho mejores”, ha asegurado Torró, cuestionada por dirigentes de varias federaciones consultados y también por miembros de la ejecutiva federal. La Oficina Antiacoso citó en varias ocasiones a Salazar en estos cinco meses sin lograr contactar con él, según fuentes de la cúpula socialista.






