La fiesta de Fundaleu se tiñó de rosa en honor a sus bodas de rosas, los 26 años que celebra la noche solidaria más esperada de Buenos Aires. Un clásico del calendario social que reúne a Mirtha Legrand y a Susana Giménez, nuestras estrellas absolutas. Y también a hombres de negocios, deportistas, diseñadores, modelos, artistas… El equipo de celebrity waiters contó esta vez con 33 famosos, siempre entre ellos, el infaltable Facundo Arana, uno de los pacientes más agradecidos con la institución fundada hace 70 años por el doctor Alfredo Pavlovsky.
ENTRE LAS MESAS
Después de un cóctel y un primer pasamanos de saludos y desfile de looks (se vieron algunos de Bogani, Adot, Ménage à Trois y etiquetas internacionales como Oscar de la Renta), los invitados pasaron al Salón Versailles, ambientado con el ojo entrenado de Javier Iturrioz, que puso espectaculares arreglos florales y velas e iluminó en rosa tenue. Andrea Frigerio y Guillermo Andino, los históricos maestros de ceremonia, presentaron a los mozos en orden alfabético, con el delantal negro bordado con la leyenda One618 (una compañía que brinda asesoramiento financiero), uno de los tantos proyectos del incansable Eduardo Costantini.
Hernán Piquín dio la nota y entró haciendo giros de ballet. Natalia Graciano, la ex top model de los 90, despertó suspiros con un vestido de encaje, de su marca Merci Beaucoup. Susana (al rojo vivo, con boa y anteojos negros; compartió la mesa de Arita, con Eduardo Cohen y Marley, entre otros) y Mirtha (se sentó en la mesa del hotel Costa Galana, con Claudia Álvarez Argüelles, el inversor Claudio Zuchovicki y el embajador español Joaquín de Arístegui) fueron las últimas en ingresar.
Entonces, se sirvió el primer plato: carpaccio de salmón marinado, tartare de ananá y alcaparras, quenelle de palta, huevos de codorniz y emulsión de azafrán. Hubo raspadita con premios y unos tímidos movimientos en la pista de baile, animada por Elina y Eduardo Costantini, Facundo Arana y María Susini, Benito Fernández, Ginette Reynal, Fabián Zitta, Soledad Solaro…
FUTURO Y DESPUÉS
Iván de Pineda, otro incondicional con la causa, dirigió la subasta: el Momento Arita, donado por Eduardo Cohen. Se consiguieron 102 millones de pesos gracias a Marcelo Devoto, miembro del consejo de Fundaleu, que compró un trío de alhajas e invitó a Costantini y a Damián Pozzoli, director titular de Banco Macro, a multiplicar los millones.
A sus jóvenes 93 años, Víctor Savanti, presidente de Fundaleu desde el 2000, ya había anunciado un rato antes el masterplan: un nuevo edificio que duplicará la superficie del actual y marcará un antes y un después en la medicina oncohematológica. También había agradecido la generosidad de cada donante (“que nos impulsa a seguir creciendo”, dijo) y el compromiso ejemplar de Luis Uberman, un paciente que está eternamente agradecido a Fundaleu y donó el edificio y también abraza la beca Uberman, para que las enfermeras se perfeccionen, ya que la evolución de la oncología implica continua actualización.
CABARET DE MEDIANOCHE
Con el plato principal (lomo de ternera, laminado de milhojas de papa, trufa y salsa de hongos) se sucedieron los brindis con vinos y espumantes de Luigi Bosca y luego hubo un show de la cantante Lucía Tanco, que entonó “Cabaret” y “New York, New York”. La mousse de chocolate con helado de frutos rojos antecedió el baile final. Pasadas las doce y media, el éxito flotaba en el aire, en la pista se sacudían los más entusiastas y la noche rosa cantaba las hurras de otra gran misión cumplida.