Lo que antes era casi impensable de hacer sin pedir cita o acudir al banco, a Hacienda, al ambulatorio o a cualquier administración, hoy en día se puede hacer sencillamente online: presentar la declaración de la renta, pedir cita médica o incluso podemos firmar documentos bancarios, administrativos o con cualquier tipo de oficialidad, fácilmente desde nuestra casa haciendo unos cuantos clics en nuestro ratón inalámbrico. Y aunque esto nos ahorra mucho tiempo y nos facilita mucho la vida y los trámites diarios, también nos expone a ciertos riesgos si no utilizamos las herramientas adecuadas. Por suerte, proteger tu identidad digital puede ser mucho más sencillo y barato de lo que puede parecer.