El 26 de agosto de 2024, a primera hora, el artista Gao Zhen se dio cuenta al despertarse de que no había luz en casa. Poco después, un conocido avisó a su mujer de que había visto mucha policía por la zona. Algo raro sucedía. Residentes en Nueva York, la pareja y su hijo de entonces seis años se encontraban de visita en China. Gao ―uno de los Hermanos Gao, dupla artística conocida por sus obras satíricas sobre la Revolución Cultural china― y su esposa, Yaliang Zhao, habían sido advertidos por amigos de que corrían riesgos por viajar a su país de origen. La madre de Yaliang iba a ser operada de cáncer; sería solo una breve estancia. Se alojaron en el estudio de los hermanos en un edificio de ladrillo visto en el distrito de Sanhe, en la provincia de Hebei, cerca de Pekín, donde la luz, esa mañana, había dejado de funcionar. Tras una llamada, lograron que un técnico viniera a echar un vistazo. Cuando el operario entró en el estudio, unos 30 policías siguieron sus pasos: venían a llevarse a Gao.