La de este jueves es una mañana excepcional en el Metro de Madrid: la compañía no ha comunicado incidencias en el servicio, y los usuarios no han llenado las redes sociales de quejas sobre los retrasos y las aglomeraciones. Porque subir al metro de Madrid en hora punta se ha convertido en una auténtica pesadilla para los cientos de miles de personas que recorren la región diariamente a través del suburbano. Día tras día, los viajeros se topan con los mismos problemas en la hora punta de la mañana: trenes llenos, andenes repletos, accesos cortados para evitar el exceso de aforo y frecuencias de los convoyes que consideran insuficientes. A eso se refiere en parte este jueves la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, cuando aprovecha el pleno de control a su gobierno para reconocer una situación “muy difícil” para la movilidad y el transporte público por las múltiples obras que hay en la capital.