Pocos días después de su viaje a Estados Unidos, donde recibió un fuerte respaldo de Donald Trump, el presidente Javier Milei autorizó por un decreto de necesidad y urgencia (DNU) el ingreso de tropas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para participar de un ejercicio naval combinado con la Armada de nuestro país.
La operación Tridente está programada inicialmente para el período que va del 20 de octubre al 15 de noviembre próximo, en las bases navales de Ushuaia, Mar del Plata y Puerto Belgrano, según se detalla en el decreto 627/2025. En la Armada, sin embargo, indicaron a LA NACION que el cronograma y la localización de los ejercicios podrían variar.
La autorización para el ingreso de las tropas norteamericanas se aprobó en momentos en que se reactivó el interés del gobierno de Trump en el avance de la Base Naval Integrada y un polo logístico antártico en el extremo sur del continente.
El decreto también autoriza la salida de tropas argentinas al exterior, para formar parte del ejercicio militar Solidaridad, con Chile, que se hará en la ciudad de Puerto Varas, entre el 6 y el 10 de octubre.
A lo largo de este año, la Argentina recibió dos veces al jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, el almirante Alvin Holsey, quien en abril visitó la Base Naval de Ushuaia y en agosto expuso su preocupación por el avance de organizaciones criminales transnacionales en el país.
El ejercicio conjunto con Estados Unidos tendrá una duración de 27 días y se estima que el costo rondará los $60,2 millones. La operación se inscribe en la “experiencia acumulada por las Fuerzas Navales Especiales de ese país en operaciones combinadas, tanto en contextos de combate como en asistencia humanitaria”, se explica en el decreto firmado por Milei. El Ministerio de Defensa, que conduce Luis Petri, lo considera “un recurso invaluable para potenciar nuestras capacidades nacionales”.
Para la Argentina, los intercambios de adiestramiento y los entrenamientos combinados –en este caso, con Estados Unidos- ofrecen “beneficios tangibles en el fortalecimiento de las capacidades nacionales, la consolidación de alianzas internacionales, la optimización de recursos y la mejora en la interoperabilidad y la integración doctrinal”.
En el decreto se indica expresamente que “la no participación en el mencionado ejercicio afectaría significativamente el adiestramiento naval en operaciones combinadas con la Armada de los Estados Unidos”.
Habitualmente, la autorización para la salida y el ingreso de tropas se realiza mediante una ley sancionada en el Congreso, para un período legislativo. En este caso, el decreto 627 autoriza expresamente el movimiento de tropas argentinas para viajar a Chile y de contingentes norteamericanos para participar del ejercicio combinado en el sur.
La Armada de los Estados Unidos participará del ejercicio combinado Tridente con una dotación del equipo Navy Seal, una de las unidades militares mejor equipadas, evalúan expertos militares.
Intervendrán por la Armada Argentina, en tanto, dos unidades de Fuerzas Navales Especiales, la Agrupación Comandos Anfibios y la Agrupación de Buzos Tácticos; el patrullero oceánico ARA Bouchard, una lancha rápida o patrullera y un helicóptero SH-3 Sea King. Unos 120 efectivos navales conformarán la tripulación.
El objetivo de la operación militar Tridente apunta a “intercambiar procedimientos, técnicas y tácticas de entrenamiento entre fuerzas especiales para operar en escenarios complejos que exigen coordinación multinacional, capacidad de respuesta inmediata y el uso efectivo de tecnologías de avanzada”.
También se pretende “mejorar el proceso de planificación, preparación y manejo de riesgos en operaciones combinadas de las fuerzas especiales argentinas, en contextos de combate y de asistencia humanitaria en escenarios complejos, marítimos y terrestres”.
Fuentes cercanas a la Armada explicaron que desde la década del noventa, los entrenamientos e intercambios de adiestramiento en operaciones especiales, particularmente de las unidades de las Fuerzas Navales Especiales de la Armada, representan una prioridad estratégica”, como lo muestra la participación de nuestro país en el ejercicio multinacional Panamax, desde 2017.