En octubre de 2015, un piso de 80 metros podía alquilarse en Málaga por 560 euros. Hoy, una década después, ese mismo inmueble cuesta 1.250 euros. Más del doble, que es lo que ha subido el precio medio del metro cuadrado: ha pasado de 7 a 15,5 euros en diez años, según Idealista. “En agosto alcanzó su máximo histórico”, destacan desde Fotocasa. Los datos del INE dicen, además, que hay zonas como el entorno de la Plaza de la Merced donde el 82% de las viviendas son turísticas. Son solo algunos de los argumentos que han motivado que la ciudad andaluza acoja el I Congreso de Sindicatos de Inquilinas de España, que sentará las bases de la resistencia ante “el rentismo”. “Tras organizarnos vamos a ir un paso más allá, subimos la apuesta: queremos extender las huelgas de alquiler para frenar los abusos”, ha asegurado este viernes Valeria Racu, portavoz del Sindicato de Inquilinas de Madrid, en la presentación del encuentro.